Capítulo 41

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Roger estaba sentado en la cama solo con sus calzoncillos puestos. Miraba el techo y no debaja de pensar que Billy y Laurie estaban en el mismo techo probablemente haciendo lo mismo que ellos dos acaban de hacer.

- ¿Qué sucede? - Lo miraba el rizado poniendo su camisa.
- Ah, nada. - Se levantó rápidamente.
- Aprietas mucho. - Murmuró Brian a Rog.
- Lo siento... - Bajó la mirada avergonzado.
- No, me gusta. - Sonrió tomándolo por el mentón para levantarlo y darle un beso en los labios.

- Ahora que todo ha pasado. ¿Crees que deberíamos decirle a John? - El rizado se incomodaba de sólo pensar en esa situación.
- No quiero, va a ser muy... No sé, no quiero. - Las mejillas rojas de Rog, sus ojitos azules y la luz del poste que entraba por la ventana le daban una vista hermosa a Brian.

Este lo abrazó, se veía tan tierno. Siempre vió a Roger como alguien muy seguro de sí mismo que no le importaba nada pero cada vez se sentía más cercano a él por lo que podía ver como era realmente.

Los mejores amigos se intercambiaron unas cuantas palabras más y salieron de la habitación. Brian ya llevaba puesto su abrigo y Roger fue a dejarlo a la salida, cuando regresaba a su habitación pasó al frente de la puerta del baño y una mano lo tomó bruscamente por el hombro para atraerlo.

Justo cuando iba a gritar miró que era Billy, tenía el cabello despeinado y una mirada muy lasciva. El rubio se sintió tan intimidado que las piernas le temblaron un poco.

- No te veía desde la fiesta. Jamás imaginé que Laurie fuera tu hermana.- Sonrió mirando todo su cuello.
- Es mi prima de hecho. - Su voz temblaba, evitaba el contacto visual a toda costa.

Billy notó eso y lo tomó por las mejillas atrayendolo a él. Estaban frente a frente casi podían chocar su nariz.

- No creas que lo de esa noche termina ahí. - Murmuró cerca de su oído con una voz arrogante pero increíblemente sensual al mismo tiempo, seguido de tocar la polla del rubio a lo largo. Después de eso lo dejó en el baño solo.

Rog se sintió extraño, esa fue la primera manoseada que lo hizo sentir mal. No lo calentó, en realidad le dio algo de nervios.

Salió con miedo para ir directo a su habitación. No es que Billy no le pareciera atractivo pero justo en ese momento, después de todo lo que pasó con el rizado eso no se sintió nada bien.

Fue tanta la incomodidad que se miró en el espejo, suspiró fuertemente y fue directo a tomar una larga ducha.

💭💭💭💭💭💭💭💭💭

Todo el fin de semana pasó demasiado rápido, tanto que el lunes por la mañana el rubio pensaba que era domingo.

Unas 6 cuadras antes de llegar a la preparatoria un auto se estacionó junto a él. Al notar al chófer se dio cuenta que era Dominique, con un movimiento rápido de su mano en círculos bajó la ventana.

- Sube fracasado, te llevo. - Sonrió la chica con el lápiz labial rojo. El rubio la miró de mala gana pero igual subió.

En el camino Roger fue sincero y le contó sobre toda la situación de Fred y sobre cómo no sabía cómo contarle a Deacy.

- Qué tonto eres. Si yo fuera John no les vuelvo a hablar. - El rubio lo miró boquiabierto.
- ¡Es broma! Pero deberían de decirle ya o ya. - Parpadeó varias veces con sus largas y negras pestañas mientras bajaban del auto para entrar por la entrada principal.

- Bueno, ¿cómo le digo a John que Fred dejó la preparatoria y a su familia para irse a drogar con un montón de perdedores sin que suene feo? -

He Drives Me Crazy ; Maylor/DeacuryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora