Capítulo XXXVI

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El corazón de Freddie se sentía incompleto, tanto como su mente mientras pasaba esos pasillos.

Paró en su casillero a dejar un par de libros y tomar tres. En cuanto lo cerró se topó con una cabellera ondulada y negra, lápiz labial rojo, no tenía humor para nada.

- ¿Sí? - Preguntó extrañado.
- Freddie... ¿Estás bien? - Cuestionó con el ceño preocupado, oyó rumores.
- Sí, bien... - Se encogió de brazos.
- ¿En serio? - Acercó un poco su rostro.
- Bien... - Dijo con la voz quebrada y los ojos llorosos.
- Ay, Freddie. Ven, hablaremos. - Dominique lo abrazó por los hombros y caminaron juntos. La chica no era mucho de su agrado pero estaba desesperado.

En el mismo pasillo Brian y Roger pasaban juntos.

- Escucha... ¡Oye, mira eso! - El rubio le dio un golpe en el abdomen a su amigo.
- ¿Qué? - Preguntó de mala manera.
- Fred y Dominique. - Señaló con la cabeza.
- Todo está tan raro. - Se sinceró
- Bastante, John se comportó como un completo idiota. Y nunca en mi vida lo había visto de esa forma. - Decía Roger.

- Es muy extraño, ves la cara de John y nunca piensas que se puede comportar así. - Frunció el ceño sacando un libro de su mochila.
- Te veo en el receso. - Se despidió el rizado caminando a dirección contraria.

El rubio caminaba directo al aula de biología, clase que compartía con Deacy. No quería sentarse con él porque pensaba que iba a ser incómodo pero no tenía opción ya que tienen campo fijo todo el año.

Entró a la clase y se encontró con su amigo, estaba sentado en la esquina junto a la gran ventana, suspiró y se acercó.

- Hola, Rog. - Sonrió tímidamente, ya había vuelto el viejo John.
- Deacy, ¿qué mierda te pasó? Estuviste mamando toda esa noche, literalmente. - Frunció un poco el ceño pero se relajó al ver la cara de perrito regañado de su amigo.

- No sé... En serio, creo que sólo dije cosas que pienso. - Se sinceró.
Roger lo miró incrédulo, se puso a pensar que Deacy es tan tímido, reservado y casi nunca se abría con nadie.

- ¿Hablas en serio? - Se sentó y lo miró a los ojos. Sólo levantó los hombros y en ese momento llegó la profesora saludando con una sonrisa.

...

- No entiendo. - Dijo Roger mirando el libro un dibujo de una rana.
- Lo suponía. - Sonrió y se acercó a explicarle.

- ¡John Deacon! - Llamó la profesora. Todos lo volvieron a ver y el rostro de Deacy se puso rojo al saber eso.
- Tan bello. - Sonrió con ternura exagerada el rubio al darse cuenta.
- Ay, ya cállate. - Susurró molesto y se puso de pie para ir a la entrada.

- La chica necesita hablar un momento contigo John. - Le sonrió calidamente y lo empujó a la salida.

Al cerrar la puerta se encontró con una chica un poco alta y delgada que tenía expresión de enojo. La había visto por los pasillos ni siquiera sabía su nombre.

- Necesito hablar contigo. - Miró hacía otro lado desesperada. Tomó su mano y fueron casi corriendo al patio atrás de la preparatoria.

- Jonathan, tengo un problema. - Dijo temerosa.
- Es John. - Corrigió.
- Eso. ¿Recuerdas algo del viernes? - Preguntó nerviosa.
- ¿Podrías ser directa? - Preguntó bajando la mirada.
- ¿Recuerdas qué lo hicimos en la cocina? - Soltó con vergüenza.

Deacy pensó un momento, no sin antes felicitarse por tremenda mujer que se había echado, y esa fue la primera en su vida.

- No. - Dijo dijo apenado, no recordaba casi nada de esa noche, después de lo de Freddie creyó haber muerto.
La chica ahogó un grito.
- Bueno, pasó y no usamos condón. - Soltó asustada, tanto que se puso pálida.

John, lo escuchó y no lo creía, se sentó en la banca de al lado y trató respirar pero se imaginó la vida siendo padre joven, con salario mínimo, infeliz y casado con ella en una casa pequeña y horrible con un montón de perros callejeros, todo muy apresurado.

- ¡No! - Gritó asustado. Se puso de pie y la miró con los ojos súper abiertos.
- John, cálmate, ¿sí? - La chica arregló su falda.
- No sabemos, osea, podemos hacer una prueba de embarazo. - Dijo calmando la situación con una sonrisa y sus manos.
- ¿Una prueba de embarazo? Esas cosas ni deben de funcionar. - Lo decía con recelo, no creía que un aparato que apenas hace un par de años se empezó a usar podía decirte si estaba o no preñada.

- John, nada vamos a perder. - Se quejaba rodando los ojos.
- Sí, cuatro dólares. - La miró.
- ¿Estás bromeando? ¡SI ES EN SERIO VETE DE AQUÍ YA! - Finalmente su histérica explotó. John se asustó y no sabía que decir.

- Ya, lo siento. Era una broma. - Murmuró.
- Es que John, yo creo que sí la cagamos porque te viniste adentro. - Decía la verdad aunque le temía tanto y trataba de ignorarla.

- Ay... - Apenas pudo decir pero ella lo interrumpió.
- Me llamó Laura, Dominique tiene mi número, llama por favor. - Dijo mientras se alejaba rápidamente donde vió lo que suponía una de sus amigas.

John se puso de pie, tocó su cuello, cara con desesperado, tocó su frente y se dio un golpe. Se sintió mareado, con ganas de vomitar y fue directo al baño del primer piso.

Abrió un cubículo y no pudo evitar vomitar.

- ¿Es posible qué yo me pueda embarazar también? - Susurró preocupado.

Al terminar se sentó en el suelo, tenía miedo, mucho miedo. Pensó que su vida iba a ser horrible de ahora en adelante. Se puso de pie y salió.

Lo peor vino cuando se topó de frente a Freddie entrando. Se miraron fijamente, el aspecto de Deacy era horrible, estaba tan pálido.

- ¿Qué te pasó? - Preguntó el de cabello negro mirándolo de arriba a abajo sin mucha amabilidad. John no tenía de otra, y aunque haya terminado tan mal con Fred era su amigo de muchos años.

- Metí la pata. - Le contaba triste. Freddie se emocionó y su corazón latió muy rápido, ¿por fin se iría a disculpar?
- Creo que, dejé a una chica embarazada el viernes... - Sollozó.

Lo único que se escuchaba después de eso era el corazón de Freddie romperse, y un dolor como una bala en el pecho. Junto con eso todas las chances de volver a estar como antes con John, ya no más, nunca más.

- Eres un... - No terminó la frase, estaba tan molesto con Deacy, con esa noche, con todo. Cruzó los brazos, y quitó la mirada con grandes ganas de llorar.
- Todo esto no es nada más que tu culpa. - Fred dio la vuelta y se fue rápidamente.

John tragó saliva, ese día era una mierda, pero sólo el podía decidir si se iba a poner peor o si todo esto se iba a solucionar.

...

Hola, las tqm, tomen agua y no duerman tarde. ❤️❤️

He Drives Me Crazy ; Maylor/Deacuryजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें