Capítulo XVII

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Casi las veintitrés horas, las personas se comenzaban a ir, Freddie y John también. Fred dejó un momento solo a Deacy para ir al baño, sabía que hoy iba a coger con él.

Llegó y lo primero que hizo fue arreglarse el cabello, ya que no hace mucho lo cortó  y aún no se acostumbraba. Escuchó unas voces en un cubículo, sabía de quien era esa voz tan aguda y la otra tan suave, bajó la cabeza con disimulo y pudo ver esos zapatos oxford blanco con negro que sólo Brian usaba.

Fue al cubículo de al lado y subió por el inodoro para poder verlos, Roger estaba casi desnudo en el regazo de Brian, dándole caricias al pecho de su amante y el rizado lo abrazaba.

- ¿¡Gay!? - Chilló mirándolos sorprendidos. No respondieron, estaban impactados. Roger levantó la miraba lentamente.
- ... No. - Murmuró.
- A ver, quiero una explicación no gay. Exclamó Freddie con gracia.
- Diminique se llevó su ropa y lo estoy acompañando. - Soltó el rizado.
- ¡Idiota! ¡Te dije que lo le dijeras a nadie! - Vociferó el rubio molestó.
Fred rió muy fuerte imaginando aquello.
Calmó un poco su risa y dijo: - Está bien, me voy a ir y fingir que esto no pasó. - Guiñó un ojo y se fue.

Esperaron unos veinte minutos más y salieron. El rubio corrió hasta entrar a su auto, luego llegó Brian, arrancó el auto y se fueron. Roger definitivamente no estaba nada sobrio, manejó hasta que no pudo, se estacionó en un campo abierto.

- ¿Por qué paras? - Cuestionó Brian leyendo una revista que encontró ahí.
- No puedo... Estoy ebrio. - Masculló mirando hacía adelante.
- No puede ser, yo igual. - Confesó, bebió, pero no tanto como Rog.

El rubio bajó del auto y miró el cielo, estaba despejado y las estrellas se veían perfectamente.

- Baja, mira, se ve hermoso. - Le comentó a Brian por la ventana abierta, este obedeció, fue al lado de Roger y lo abrazó por los hombros.
- Qué bello... - Musitó en el oído del rubio.

Se miraron un momento, alrededor todo estaba muy oscuro ya que no había nada de luz. El rubio se acercó a Brian y se besaron, en sí el beso era muy romántico, el rizado acariciaba la cintura de su amigo y Roger el cuello de.
Era el beso perfecto hasta que Roger se separó para vomitar en la enorme zanja que tenían al lado.

- Oh, no. ¡Roger! ¡No! - Se quejaba Brian mirándolo. Roger terminó, se sentó en el césped, estaba bastante aturdido, sacó una licorera plateada de su auto.
- ¿Es en serio? ¿Vas a seguir bebiendo? - Reprochó Brian.
- ¿Qué? No... Es agua. - Se puso de pie y se sentó en el asiento trasero, Brian vaciló un momento y lo acompañó, se sentó con Roger y este lo abrazó.

- Te amo... Siempre estás para mí. - Cuchicheó en los brazos del rizado.
Se quedó dormido inmediatamente después de decir eso.
- Yo igual... Y siempre lo estaré. - Le hizo compañía a Brian, durmieron juntos.

...

Roger despertó cerca de las cinco de la mañana, le dolía la cabeza como el infierno, se movió, estaba sobre Brian, que seguía durmiendo. Trató de salir del auto para estirarse, escuchó a Brian decir: - Nunca más vuelvo a beber... - Rió al oír la voz.
- Ni yo... - Le hizo coro.

Recordó vagamente todo lo que pasó anoche, y sintió la más grande oleada de amor hacía Brian, lo abrazó.

- Amo nuestros bromance. - Acarició el mentón del rizado.
- Yo te amo a ti. - Se maravilló Brian.
Roger sonrió de forma natural, pasó su mano por el abdomen de su amigo.
- Ahora no te voy a besar... No será nada lindo, lo haré más tarde... - Entrecerró sus ojos mirando los bellos ojos del rizado.

En casa de Fred, John y él acababan de tener el mejor sexo de su vida. Durmieron juntos pero se despertaron en la madrugaba y tuvieron relaciones.
- Estuvo genial... - John trataba de recuperar el aliento.
- Te amo. - Susurró Fred.
- Yo te amo mucho más. - Sonrió Deacy.

Freddie (que estaba acostado al lado de John) se acercó a abrazarlo y poner una mano en su trasero apretandolo con ganas, lamió el cuello de su amante y él sólo jadeo.
Claro que lo iban a hacer toda la mañana.

Brian y Roger decidieron irse de allí. Condujo, ya que anoche se fue por el camino más largo.

- No quiero estar solo, mi madre va a llegar a mi casa hasta tarde. Quédate conmigo... - Suplicó Rog.
- No tienes que pedirlo, no quiero ir a casa. -

Al llegar cada uno se dio una ducha respectivamente, pasaron el día juntos hasta que llegó la noche, estaban en la habitación de Roger mirando la televisión como si nada más importará.

- ¡Oh por Dios! - El rubio gritó de la nada, Brian ya de había acostumbrado a sus acciones fuera de lugar.
- Te debo un beso. - Dijo de forma serena.
Se movió en la cama hasta estar al lado de Brian, se puso sobre él y lo besó con fuerza, era como si le dijera un te amo, se besaban de forma
h

ipnótica. Siguieron hasta que el sonido de la puerta principal abrirse los separó.
Era la madre de Roger quien invitó a cenar a Brian, después de eso se fue a su casa, sabía muy bien que le esperaba.

Entró despacio, con ganas de no ser visto por nadie. Dos de sus hermanos y su madre estaban en el sofá, no lo vieron y fue directo a su habitación, abriendo la puerta pudo ver como Madelaine, su hermana se acercaba, la enorme mujer parecía muy molesta, llegaba rulos en su cabeza y una bata de baño, con una revista en la mano.

- ¡No puede ser! ¡Eres un asno! Lalita está muy triste porque un perdedor la rechazó. - Se cruzó de brazos.
- ¿Qué esperabas? - Preguntó enojado.
- ¿Qué me casará con ella? - Continuó.

Madelaine sólo lo golpeó en la cabeza con la revista y se dirigió la baño rápidamente. Brian entró por fin, se sentó en cama, y pensó en lo mucho que gustaba de Roger, pero el miedo que sentía al querer decírselo.

En su casa el rubio no tenía duda, amaba a Brian, y mucho más que a un amigo...

He Drives Me Crazy ; Maylor/DeacuryWhere stories live. Discover now