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y ahí juntitas las dos cerquita de Dios será lo que soñamos...

Colombia 2014

POV Daniela

Desperté gracias a un fuerte rayo de sol que se filtraba por alguna parte, traté de despejarme y estirar un poco mi cuerpo para poder despejarme completamente, aun con los ojos cerrados palpé el espacio a un lado de mi cama en busca de mi mejor amiga, dándome cuenta de que estaba sola en la cama.

Me senté algo confundida preguntándome donde se había metido ahora Poché, no era tan tarde y Además, yo siempre despierto antes que ella. Miré el reloj que tenia cerca y marcaba apenas las 8:12 A.M. eso es de madrugada para estándares de Poché.

Vi que en la mesa de noche había una pequeña nota con letra de Poché.

"Desperté antes baje a caminar un poco, te amo mi frutita" -Poché

Sonreí al leer su letra y me levanté de la cama dirigiéndome al baño, lavé mi cara y arreglé un poquito mi cabello y me puse algo ligero para bajar a desayunar donde seguramente ya estaría Alejo y Poché.

Al salir del baño me acerque a la ventana donde anoche Poché y yo tuvimos un "momento" raro, aquel árbol viejo que de noche lucia extremadamente miedoso de día en realidad era muy bonito le daba un toco de tranquilidad al lugar, fue entonces cuando me percate de una figura pequeña estaba sentada al pie de ese árbol concentrada en lo que sea que había en su teléfono celular.

Bajé rápidamente hasta donde estaba ella ni siquiera me detuve a tocar la puerta de la habitación de Alejo, solo fui hasta la parte trasera de la casa.

—veo un pollito arquitectónico —dije tan pronto estuve cerca de ella sorprendiéndola tanto que casi deja caer su teléfono celular.

—me asustaste gorda —se quejó haciendo un puchero.

—¿Qué haces acá? —pregunté sentándome a su lado

—no sé, ¿este lugar tiene algo especial no crees? —

—si, lo sentí desde ayer es muy lindo —coincidí con ella y antes de poder decir algo más su teléfono celular sonó mostrando la fotografía de Alejo.

—seguramente nos esta buscando —dijo antes de presionar el botón de alta voz y contestar—¡holi, buenos días!

—¿Dónde están? —preguntó alterado— las estoy buscando

—estamos abajo en el patio trasero —dijo Poché

—¿son las del árbol? —preguntó

—si —respondimos al mismo tiempo

—bueno paso algo, tengo que regresar a Bogotá —dijo algo alterado como si estuviera caminando, giré mi mirada en dirección de la casa y vi como Alejo se acercaba rápidamente hacia nosotros.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? —preguntó Poché, golpee sus costillas para que volteara a donde Alejo ya estaba cerca de nosotros y simplemente colgó el teléfono.

—parece que hubo un problema en mi audición para el musical de verano y quieren que lo repita hoy —explicó visiblemente molesto

—¡no te creo! —comentó ella mientras ambas nos poníamos de pie.

—lo sé, yo pensé que por fin podría descansar —se quejó mi amigo

—bueno entonces nos vamos contigo —propuse decepcionada porque definitivamente no me quería ir aun de este lugar.

Mil TormentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora