Mil Tormentas

Mi historia sin final

Colombia 2015

Pov Daniela

—¿estás segura de que quieres hacer esto? —pregunté a Poché mientras estábamos en una de las habitaciones de ese peculiar hotel en Chía.

—completamente —dijo Poché segura— contigo lo quiero todo, con todo lo que implica y si para decirle al mundo que te amo tengo que primero decírselo a las personas que ambas amamos entonces voy a hacerlo.

—no sé como vayan a reaccionar mis papás —comenté con cierto miedo— o sea, mi papá, mi mamá debimos hacer esto de manera más privada

—¿Por qué? —dijo sonriendo mientras se acercaba a rodear mi cintura con sus brazos— vamos a celebrar sea como sea, no importa lo que ellos piensen o lo que pase tu no me sueltas y yo no te suelto

—aún no sé porque quisiste que los citáramos a todos aquí —dije, Poché se había empeñado en organizar una cena en este hotel con su familia y la mía, la idea era decirles a todos que estábamos enamoradas

—porque tiene que ser el coming out más épico de la historia —bromeó ella— además este lugar nos va a proteger

—¿siguen creyendo que esta casa es mágica? —

—por supuesto que lo es, esta casa representa lo que fuimos en la vida pasada y estoy segura de que estas paredes nuestra esencia está plasmada, estoy segura de que estas paredes esperaron tanto por el día en que por fin nuestro destino se cumpliera —explicó con un brillo en los ojos

—estas loca María José —sonreí

—por ti —respondió— ahora deja de quejarte, saldrá perfecto.

—señoritas sus invitados llegaron—dijo la voz de la señora Victoria desde la puerta que estaba abierta.

Por alguna razón Victoria estaba emocionada de ayudarnos, incluso tanto o más emocionada que Poché. La pelirroja reservo el salón principal de la residencia solo para nosotras y nuestros invitados asegurándonos que sería la cena perfecta.

—gracias —dije a Victoria, para después mirar a Poché— ¿estás lista?

—más que eso —respondió tomando mi mano y haciéndonos caminar juntas a la salida.

Estábamos listas para hacer lo que teníamos que hacer, para hacer la cosa probablemente más valiente de nuestras vidas, no sabíamos cómo iban a reaccionar, si nos aceptarían o las cosas saldrían bien, de lo único que estábamos seguras es de que ahora éramos más fuertes y nada de lo que pudiera pasar nos separaría.

Entramos a un salón donde ya se habían instalado una larga mesa para nuestros invitados, habíamos decidido solo incluir a las personas que fueran importantes para nosotros, la hermanita y el papá de Poché; Mi mamá (quien pospuso su mudanza por esta cena), mi papá, Antonella, mi hermana Juliana, mi abuela y mi abuelo. No necesitábamos decírselo a nadie más, estaban justo las personas que necesitábamos y de alguna manera haberlos reunido en esta casa me hacía sentir más fuerte.

—niñas, ¿Por qué tanto misterio? —preguntó mi madre tan pronto entramos al vestíbulo

—ya lo sabrán Mafe —respondió Poché con una sonrisa en el rostro tomando las manos de mi madre— ¿cenamos?

Estuvimos saludando a todos los invitados y evitando dar explicaciones sobre porque habíamos organizado todo esto, mi papá era el que mas se estaba quejando de no haber sido por Antonella no lo convencemos de venir aquí.