Sueños antes de un adiós

12.3K 1.2K 931
                                    


"El mar se enamoro de un desierto, opuestos con algo en común"

 

Colombia 1984

Sonreí al ver que no estaba solo a un par de metros detrás de él vi el cabello rojo de brillante de Vico caminando tomada de la mano de Ricky, extrañamente en vez de sentirme feliz me sentí muy asustada. Las personas regularmente traen flores al hospital cuando algo muy malo pasó o están seguros de que algo muy malo va a pasar.

—chicos, ¿Qué hacen aquí? —pregunte en los que Santiago me abrazaba por la cintura.

—te extrañe —susurró el chico, me ahorre cualquier tipo de comentario y me separé de ese abrazo para saludar a Vico y Ricky.

—mi mamá nos dijo lo de tu abuela y le pedí a Arturo que nos trajera con el —dijo Vico

—¿a Arturo, mi papá? —según lo que yo sabía Vico odiaba a mi papá por tener algo con su mama

—larga historia —dijo Victoria sonriendo tímidamente

—bueno, vinimos a traerte buenas vibras —comentó Ricky con su buena energía de siempre.

—te traje esto —agregó Santiago entregándome las flores— en realidad para tu abuela, pero tu entiendes.

—muchas gracias por estar aquí chicos —

—deberías venir con nosotros, rentaremos un par de películas mi papá acaba de comprar una video casetera y pod...—

—chicos, lo siento, pero quiero quedarme esta noche con mi abuela —comenté, tenía ganas de distraer mi mente, pero también quería estar con mi abuela el mayor tiempo que fuera posible pues no sabia que es lo que podía pasar.

—Oh, bueno te entendemos —comentó tímidamente Victoria.

—vamos será divertido, no tienes que deprimirte solo por todo esto —comentó Santiago tratando de convencerme colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

—¿todo esto? —pregunté irónicamente

—sabes a lo que me refiero, hablé con tu papá me aseguro que todo está bien —

—Santiago, escucha yo...—

—tranquila Daniela, se lo que piensas y solo hablaba con tu padre del proyecto para tu universidad no hay nada de malo en que me preocupe por mi chica —respondió con esa sonrisa torcida que apuesto le funcionaba con otras

—Te esperamos afuera Santi —intervino Ricky sonriendo en mi dirección a manera de disculpa.

Santiago solo asintió con la cabeza y Vico me sonrió tímidamente antes de dejarnos a mí y a Santiago a la mitad de la cafetería de ese hospital.

—¿tu chica? —pregunté cruzándome de brazos ¿desde cuando yo era su chica?

—se que no te lo he pedido formalmente, pero es obvio yo te gusto y tu me gustas tengo el permiso de tu padre...—

—¿el permiso de mi padre? —

—¿mi permiso para qué? —interrumpió una voz grave detrás de nosotros, al girar vi a mi padre parado con cara de confusión en el rostro.

—Arturo, solo le comentaba a Daniela sobre lo que tu y yo hemos hablado —respondió Santiago

—lo cierto es Dani, que me agrada el muchacho —sonrió mi padre, pude ver las profundas arrugas que hace un par de semanas estaba segura de que no estaban ahí— aunque me hubiera gustado que me dijeras que tienes novio, al menos se que ahora esa idea loca de ir a la universidad lejos ya no está en tu cabeza

Mil TormentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora