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_Che Bra_ dijo el argentino, entreabriendo la puerta de la habitación. El sol asomaba por las ventanas abiertas semi cubiertas por las cortinas, dejando pasar la calurosa brisa veraniega. 

_¿Hmm~?_ el más alto soltó un gruñido gutural contra su almohada. Ni siquiera abrió los ojos para observar a su amigo, simplemente se quedó recostado boca abajo sobre la cama. 

_Son las 10 flaco, dale, ashiba~_ 

_hmm… no_ el de verde paso los brazos dejando de la almohada y la abrazó con fuerza, intentando volver a conciliar el sueño. 

_Dale pajero, me aburro_ Argentina hizo un puchero y entró en la habitación. Llevaba puestas sus bermudas azul marino y una simple remera blanca, iba descalzo. 

_5 minutos más..._ Brasil volvió a gruñir, esbozando una pequeña sonrisa contra la mullida almohada. Giró un poco la cabeza hacia un lado y observó a la figura albiceleste con el rabillo del ojo. 

_¡No! ¡Vamo, arriba, arriba!_ el argentino se lanzó sobre la espalda descubierta del más alto, haciendo que ambos reboten sobre la gran cama. Aquello provocó que el brasileño soltará el aire de sus pulmones y se diera vuelta rápidamente, lanzado al latino por el borde de la cama mientras reía. 

_Ugh, Você comeu açúcar ou ecstasy no café da manhã? [¿Comiste azúcar o éxtasis en el desayuno?]_ alzó una ceja y se sentó con las piernas cruzadas mientras se frotaba el ojo con un puño. Había dormido usando solamente unas simples bermudas, y gracias a su cuerpo acostumbrado a aquel clima no lo afectaba tanto como al latino, quién era presa de un calor febril. 

_Não. Mas eu fico muito entediado~ [No. Pero me aburro mucho~]_ el albiceleste hizo un puchero y volvió a subir a la cama, tirándose boca abajo sobre ésta. 

_Você quer ir à praia? [¿Quieres ir a la playa?]_ el de habla portuguesa tocó el costado del de menor altura con su dedo índice, intentando encontrar aquel punto que le daba tantas cosquillas. Sonrió con diversión al ver como su amigo se retorcía rápidamente y se alejaba, mirándolo con el ceño fruncido. 

_Si, quiero ir a la playa. Ta' re lindo ajuera_ volvió a desplomarse sobre la cama, soltando un suspiro. Pasó los brazos bajo su cabeza y apoyó su mejilla sobre éstos, mirando a su amigo con ojos brillantes de ilusión, como un niño pequeño. 

_¿Dejas que me despierte primero?_ tiró su cuerpo hacia adelante y se recostó sobre la espalda del albiceleste, adormilado. Soltó un gran bostezo y frotó uno de sus ojos con el dorso de su mano.

_Nop~_ Argentina se lo sacudió de encima y le revolvió el cabello con una mano_ Vayamos así nomás. Metemos unas toallas en los bolsos, agarramos los equipos, la plata y listo ¿Va?_ 

_Sim_ se estiró hasta alcanzar su musculosa que en día anterior había colgado sobre una silla junto a su cama. Pasó sus brazos y su cabeza por los huecos y se levantó de la cama, sintiendo como el sueño abandonaba su mente. 

_Voy a guardar las cosas_ Argentina se levantó de la cama y salió de la habitación, dirigiéndose hacia el baño para tomar las tres toallas grandes que estaban apiladas sobre un pequeño banquito. Fue hasta su habitación y cargo su bolso de playa donde guardó las toallas, junto con su billetera y el protector solar.

Brasil lo había invitado a pasar una semana de las vacaciones de verano en su territorio. Habían ido a un pequeña y hermosa ciudad en la costa que recibía mucho turismo todos los años. El argentino había dudado en aceptar la propuesta, pero luego de la insistencia del más alto y del visto bueno dado por sus provincias -quieres aseguraron mantener todo "bajo control" en su ausencia- decidió decir que si.

°Fuerte° (C.H. Argentina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora