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¿Qué pasaría si un día Argentina se cansara?

¿Qué pasaría si un día decidiera que ya era suficiente humillación y miseria?

¿Qué pasaría si un día se levantaba entre todos aquellos conflictos, entre el hambre y la crisis, y dijera "ya basta"?

¿Qué pasaría?







Ese día, Argentina sería realmente libre.















Aquel día transcurría con aburrida cotidianidad. El sol brillaba en su punto más alto, jirones de blancas nubes se distribuían por el cielo celeste. Poco a poco se podía sentir la calidez de la primavera arribar al país, y los brotes de las plantas eran cada vez más visibles. Los árboles lentamente recuperaban sus vibrantes colores, y el pasto comenzaba a crecer libremente por el fértil suelo.

El clima iba acorde con el humor que manejaba el país latinoamericano, quién mantenía una expresión animada mientras hablaba frente a aquellos hombres elegantemente vestidos y sentados a lo largo de la mesa rectangular. Señalaba en la pantalla donde se proyectaban las diapositivas que había preparado durante muchos días, mientras hablaba y hablaba.

Los últimos siete meses se había vuelto alguien muy activo en todas las reuniones, presentandose en todas y cada una de ellas, participando con entusiasmo y seriedad. Fue como si la luz hubiera vuelto a él, el brillo que sus ojos no mostraban desde hacía mucho tiempo volvía a verse reflejado allí.

El reloj de su muñeca sonó con un pitido, marcando que ya había llegado la hora de dar por concluida la reunión.

_Supongo que se me fue el tiempo_ rió levemente, tomando la pequeña pila de papeles que había dejado sobre la mesa_ Bueno, espero que consideren seriamente la propuesta, me gustaría muchísimo conocer sus opiniones sobre este proyecto la próxima reunión_ dijo de forma sugerente, manteniendo una sonrisa cordial. Apagó el proyector, y el título de "Reforma Agraria" desapareció inmediatamente de la pantalla blanca.

Guardó sus cosas en su bolso negro, sintiendo todas las miradas sobre el. Se sentía bastante satisfecho por como se había desenvuelto durante aquella reunión, siendo escuchado atentamente por los presentes. Sabía de sobra que a algunos no les gustaba la idea, pero también que se verían obligados a replantearse aquel tema solo por el hecho de que su país en persona había planteado el proyecto.

Salió de la sala de reuniones y recorrió los pasillos de su hermosa Casa Rosada. Pasó junto al patio descubierto, observando con expresión apacible la fuente y palmeras que se alzaba al cielo majestuosamente. Sonrió de lado con calma, sintiendo el aire cada vez más cálido. Pronto todo su territorio se llenaría de todos los vivos colores y cálido clima que caracterizaban a la primavera.

Subió unas escaleras que llevaban directamente al pasillo donde se encontraba su habitación. Sacó unas pequeñas llaves del bolsillo y abrió la puerta con calma, encendiendo las luces. Agradecía el silencio que reinaba en la acogedora estancia, transmitiendole una paz y calidez que hacía mucho deseaba tener.

Cerró la puerta tras de sí y se dejó caer sobre la gran y mullida cama, rebotando levemente sobre el esponjoso acolchado. Soltó su bolso y lo dejó tirado en el suelo, respirando hondo y serenado su mente.

Hacía ya muchos meses que había decidido no seguir estando de brazos cruzados frente a aquella crisis que lo engullía cada día más y más. Abandonó aquella fachada de indiferencia e impotencia que el mundo veía, y decidió involucrarse de lleno en los asuntos de gobierno. Intentaba tomar el poder que hacía tanto tiempo no tenía.

°Fuerte° (C.H. Argentina)Where stories live. Discover now