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-¡Ya está la comida!- exclama Seungmin, poniendo los cuencos que van a usar en la mesa mientras espera a su compañero.

Jisung agradece mentalmente a su amigo por darle una excusa para dejar su trabajo al fin, después de tres horas consecutivas esa mañana, soltando el bolígrafo sobre su escritorio con un suspiro. También agradece que el menor sepa cocinar y tenga tiempo para hacerlo ahora que ha dejado uno de sus trabajos, el de por las tardes, por lo que ha podido dejar su mala costumbre de alimentarse a base de fideos instantáneos. A Minho eso le ha parecido estupendo.

-En serio eres un ángel Minie.- murmura Jisung al ver la gran cantidad de comida que ha preparado el chico. El olor de los alimentos hace que el estómago del dueño de la casa gruña con fuerza.- Creo que no había comido nada así de decente desde que llegué de Malasia.

-Es mi manera de pagarte porque me dejes quedarme aquí.- responde Seungmin con una sonrisa y un leve encogimiento de hombros.- Hyunjin ha dicho que vayamos esta tarde a la guarida, que no va a aceptar un no. Así que vas a dejar el trabajo y vas a venir.- comenta, sin dejar lugar a réplicas.

Ambos se sientan y empiezan a servirse con rapidez. No se habían dado cuenta hasta el momento de lo famélicos que se encontraban. Llenan sus cuencos de verduras y arroz. Seungmin incluso ha preparado algo de carne, queriendo mimar a su amigo por el arduo trabajo que está realizando con sus tareas de la universidad.

Llevan una semana conviviendo. Una semana de locos, con la mudanza, a pesar de que el menor no tiene muchas cosas, y con un Jisung con una gran carga de trabajo universitario encima. El chico ha vivido en la biblioteca y en la universidad, llegando tarde a casa e incluso saltándose alguna comida para no perder tiempo de trabajo. No ha visto a ninguno de sus amigos, a parte del que vive con él, desde el día en el que Seungmin les habló de su situación.

-Cuéntame cosas sobre tu vida en Malasia.- propone Seungmin una vez han acabado de comer. Por costumbre, Jisung no suele ser muy hablador a la hora de estar a la mesa, ya que las conversaciones en ese momento eran algo altamente odiado por su padre, y sus amigo siempre han sabido respetarlo.- Seguro que tienes muchas cosas que contar.

-La verdad es que mi vida allí fue bastante normal. Al principio me costó mucho adaptarme a las costumbre y esas cosas, pero encontré buenos amigos que me ayudaron en todo lo que pudieron.- explica con un deje de añoranza en la voz.- Estuvieron conmigo los cinco años que estuve allí, y fue bastante divertido en muchas ocasiones. Una vez, cuando mis amigos mayores, que eran de la edad de Chan hyung, se emborracharon en una fiesta acabamos en casa de uno de ellos comiendo pizza en la piscina por la noche.

Jisung ríe, recordando los momentos pasados con aquellos chicos. No se da cuenta de que la mirada de Seungmin se ha tornado con un deje de tristeza casi imperceptible. Miedos del pasado vuelven a la cabeza del menor de los dos con brutalidad, recordando sus preocupaciones antes de que Jisung se marchase. Casi le causa gracia que después de cinco años sigan ahí, enterradas en ese cajón de su memoria que él había decidido cerrar llamado "mis amigos de verdad".

-¿Te cuento una cosa?- pregunta Seungmin, ganándose una mirada de desconcierto como respuesta.- Después de que te fueses a Malasia, Jeongin, Félix y yo nos reunimos en casa de Innie para comer helado y llorar porque seguramente encontrarías un grupo de amigos mejores que nosotros y nos olvidarías. Fue bastante penoso, pero teníamos mucho miedo de que no volvieses nunca. No les contamos nada a los mayores porque seguramente nos habrían tomado como niños pequeños.

-Minie...- el dueño de la casa siente las ganas de llorar apoderarse de él cuando su amigo le confiesa algo que, quizás, en otro momento habría sido divertido para ambos.- Yo nunca os olvidaría, sois mis amigos. Volví precisamente porque os echaba mucho en falta.- sonríe, tomando la mano de su amigo por encima de la mesa.- Puede que mis amigos allí se hiciesen un espacio en mi vida, pero vosotros seréis siempre los primeros. Sois mis tontos y quiero que todo vuelva a ser como antes de que me fuera.

~The Perfect Moment~ MinsungWhere stories live. Discover now