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-¿Qué pasa, Changbin hyung?- pregunta Jisung. Su rostro refleja toda la seriedad que se percibe en el lugar.- ¿En que andas metido?

Se encuentran todos de nuevo en la guarida, con todos los sitios cubiertos excepto uno. El sillón de Félix sigue vacío, sin que nadie se atreva a sentarse en él. Changbin ha tomado asiento en el suelo a su lado, después de quedarse pensando unos instantes si sería buena idea sentarse en el lugar que le correspondería al pecoso. Al final ha decidido que sentarse ahí sería como dejar de lado al chico que falta, excluyéndolo de lo que pasa, aún que él nunca supiese de lo que van a hablar en ese momento.

Los rostros de los ocho chicos reflejan seriedad y preocupación. Jeongin, Hyunjin y Hanse han recibido una rápida explicación de lo que ha pasado, y no han tardado en aparecer por el lugar para saber que es lo que pasa con Changbin. El ambiente es uno de los más serios que se han percibido en el lugar desde que los chicos se reúnen ahí.

-Es una larga historia.- suspira el tatuado, que se siente algo incómodo con las profundas miradas de sus amigos sobre él.- Digamos que algunos de nuestros compañeros vieron el futuro cuando dijeron que me convertiría en un delincuente.- comenta, riendo sin gracia. Es una risa amarga, cargada de autorreproches, que daña a todos los que la escuchan, los cuales piensan hasta que punto puede llegar la amargura del de cabellos azabaches.- Creo que siempre supe que ese era mi destino.

-¿En que coño te has metido?- pregunta Minho con un tono que intenta ser brusco, pero que suena más preocupado. Siente que está teniendo un deja vu, es lo mismo que cuando encontraron a Seungmin.- Quiero una puta explicación completa, a ver si podemos sacarte de esta.

-Que yo recordase, Chan y Hanse eran los que hacían el papel de padres, no tú, Minho hyung.- comenta Changbin, riendo de nuevo, ahora algo más natural.- Es complicado, y no quiero involucraros.

-Esa excusa no vale.- lo corta Chan, hablando por todos. El mayor se encuentra con el ceño fruncido y una seriedad tan profunda que asusta.- Empieza a hablar ya, somos nosotros, no hay secretos.

-Se me olvidaba que aquí no puedo mentir.- murmura Changbin con aire melancólico.- La verdad es que no estoy orgulloso de ninguna de mis decisiones, pero hice lo que tenía que hacer para sobrevivir.- dice, encontrándose como respuesta con las miradas apremiantes de sus amigos para que continúe.- El problema de mi madre con la bebida ha empeorado con los años. La despidieron por alcohólica y a mí no me aceptaron en ninguna universidad. Con mis notas era de esperarse.- poco a poco, el chico echa su cabeza hacia atrás, esperando encontrar una pierna en la que apoyarse que no está ahí. Su pecho duele al darse cuenta de esa realidad, esa en la que ya no tiene al lindo chico australiano a su lado como apoyo.- Empecé como camarero en el Ghoul y fui subiendo. Es fácil meterse en negocios ilegales con la gente de ahí. El dinero es rápido y abundante. Podría decirse que ahora tengo algo de influencia en ese mundo. Aún así tengo lo justo para vivir, porque mi madre sigue llevándose casi todo lo que gano, gastando todo en bebida o invirtiendo en cosas que siempre acaban mal.

Cuando Changbin se calla, el silencio se hace presente como el noveno miembro del grupo de amigos. El chico tatuado parece a punto de derrumbarse, al igual que Seungmin en su momento, y el resto solo procesan la historia que acaban de oír con lentitud.

-¿Te drogas?- pregunta Hyunjin con tono serio, sacando escalofríos a todos por su mirada profunda.

-Ni de coña.- responde Changbin con rapidez, asustado de que su historia haya espantado a sus amigos, ahora que está dispuesto a recuperarlos.- Esa mierda no es para mí, sé lo que puede llegar a provocar meterse en mundos como esos tan directamente. Solo paso porque no tenía otra puta opción y ahora ya no puedo salir.

~The Perfect Moment~ MinsungWhere stories live. Discover now