~The Perfect Moment~ Minsung

21~

-Así que al fin has aceptado que te gusta Minho.- murmura Félix, sosteniendo con fuerza el café que le acaba de dar Seungmin entre sus manos.- ¡Ya era hora! Es una pena que no haya llegado antes para verte pasar todo el debate mental que debes de haber tenido.

Se encuentra en la casa de Jisung y Seungmin, hablando como cuando eran niños. Jeongin duerme en el sofá, a pesar de que llevaba rato intentando seguir la conversación para no dejarse llevar por los brazos de morfeo. Al final a sucumbido a echar una cabezada en el viejo sofá de su hyung. Los otros tres toman café sentados a la mesa que usan para comer.

-Sigues siendo igual de molesto que siempre.- bromea Han ante las palabras del australiano.- Y es difícil aceptar que te gusta alguien a quien siempre viste como hermano.

-A mí no me es difícil aceptar que me gusta Changbin desde hace mucho.- responde el pecoso encogiéndose de hombros.- Los que hacéis las cosas difíciles sois vosotros.

-Minho y Jisung han tardado, pero por lo menos están empezando algo.- interviene Seungmin.- Pero Hanse hyung y Chan hyung siguen igual que siempre. Y ya no hablemos de Jeongin y Hyunjin. Son unos tontos cegados por su pesimismo.

-Deberíamos  hacer algo para juntarlos.- murmura Félix, ganando miradas contrariadas como respuesta. Los tres saben como acaban las cosas cuando intentan ayudar.

-Tenemos demasiadas parejas en el grupo.- ríe Jisung mostrando todos sus dientes. Hacía tiempo que no se sentía tan bien como ahora, que parece que todo vuelve a empezar a encajar como es debido.- El único que se queda solo es Seungminie.

-¡Y así estoy mejor!- exclama el chico con entusiasmo y rostro serio, defenciendo su postura de sobras conocida para sus amigos de que soltero se está mejor. Jeongin suelta un pequeño quejido en sueños por el sonido alto.- Mierda. ¿Lo he despertado?

-No, pero casi.- murmura Jisung, observando como el menor se acomoda en el pequeño sillón con el ceño fruncido.- Debe de estar agotado. Se pasa el día cuidando a su madre y estudiando. También trabaja. Y aún tiene tiempo para venir a estar con nosotros.

-Nuestro pequeño es genial.- suspira Félix, mirando también al pequeño que duerme plácidamente.- Es demasiado bueno para este mundo.

-Lo es.- suspiran Seungmin y Han a la vez.

-Hyungs.- murmura el menor de todos, abriendo ligeramente los ojos, sorprendiendolos a todos.- Tengo hambre.-anuncia con voz somnolienta.- Quiero comer.

-Le voy a preparar algo.- responde Seungmin, levantándose con calma al ver que Jeongin vuelve a cerrar los ojos con cansancio.- Es adorable.

---

Jisung se encuentra solo en casa. En su universidad han decidido darles el día libre, así que se siente bastante solo y aburrido mientras todos sus amigos están en clases o en el trabajo.

Bueno, todos no.

Minho trabaja por las tardes, tirando a la noche, por lo que ahora no debe de estar haciendo nada. Pero le da corte hablarle de repente, teniendo en cuenta que ha perdido el valor con el que contaba hace unos días al pensar en mantener la conversación que tienen pendiente desde hace días.

Decide que estudiar es su mejor opción en ese momento. Cuando Seungmin llegue ya hablará con él a ver si es capaz de infundirle el valor perdido con una de sus charlas motivacionales. No pasará nada si Minho y él hablan esa tarde o el día siguiente.

Parece que alguien no está de acuerdo con su idea de estudiar, porque en cuanto saca sus libretas de su mochila y empieza a esparcir las hojas sobre su cama, el sonido de un cláxon y de un motor acelerando se cuela por su ventana a un volumen indecente, a pesar de que esta está cerrada. Decide dejarlo pasar, esperando que el individio se aburra rápido de su corta calle.