Para secar tus Lágrimas

04 de mayo

Querido diario:

Han tenido que transcurrir exactamente treinta días para que pueda volver a escribir tan solo algunas líneas en ti. Aunque sé que podrás entenderme por qué te dejé tan abandonado y de esa forma tan brusca, tenía que decirte que extrañé demasiado buscar un buen rincón de la casa para sentarme y poder expresarte todo lo que siento o tan solo contarte las cosas cotidianas que me suceden. Pero también tengo que decir, que esto no significa que esté mejor, todo lo contrario, creo que cada día se ponen peores las cosas para mí.

Después de haber terminado mi relación con Derek, no volvimos a dirigirnos la palabra. No porque él no quisiese, ya que en este mes intentó de mil formas explicarme su situación y de hacerme entender, que su intención no era hacerme sufrir. Pero era y soy yo la que no quiere hablar, porque sé que no podré soportar que me diga que nunca la olvidó. Para mí, haberlo oído una sola vez ya es suficiente. Además, no le encuentro el sentido..., si solo le tomó una semana para volver corriendo a los brazos de Sally.

Pero debo agradecer a la vida por regalarme unos amigos tan increíbles. Porque si no fuera por ellos, no estaría aquí escribiendo y contándote estas cosas. Creo que hicieron hasta lo imposible para que no me derrumbara y que siguiera adelante, y para mí eso significa muchísimo. Estoy convencida que soy afortunada de tenerlos en mi camino.

-¡Sonríe!

-¿Qué?

Un flash automáticamente me dejó ciega por algunos segundos.

-Joshua, ¿no crees que es bella está chica? -Fabiana cayó como una bala de cañón sobre mi sofá.

-Es hermosa. Ya he dicho que si fuera heterosexual estaría loco de amor por ella.

Sus palabras me hicieron recordar el día de nuestra desastrosa y divertida cita.

-Gracias, chicos. Ustedes sí que pueden sacarme una sonrisa.

-Cariño -Joshua apoyó su brazo sobre mis hombros-, te queremos y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para verte feliz otra vez.

Fabiana asentía a lo que Joshua estaba diciéndome.

-Queremos que estés bien.

-Los adoro.

Bueno, mi querido diario, creo que ya es hora que te abandone para irme a descansar. Pero no te preocupes, no te dejaré por mucho tiempo...