17 de mayo

3.7K 191 15
                                    

Querido diario:

 Estaba sentada en el jardín de mi casa tomando un riquísimo batido de frutilla, y disfrutando de música de los años ochenta, que estaban pasando en la radio que mamá siempre sintoniza, cuando mi teléfono que estaba sobre tu tapa comenzó a zumbar. Era un mensaje de mi mejor amiga, para comentarme que no tenía de que preocuparme, porque ella ya organizó toda la salida de esta tarde. Pero que no se animó a decirle nada a Joshua sobre mi cambio de look.

            Después de que pasaran unas cuantas horas, la tarde llego y con ella Fabiana. Creo que llorisqueo alrededor de treinta segundos al verme pero enseguida pude hacer que se calmara, porque le entregué todas las mechas que la peluquera había hecho con el cabello que me cortó.

 Para no demorar mucho en casa y podernos ir lo antes posible al bar donde nos teníamos que encontrar con Joshua, subí corriendo hacia mi habitación en busca de algún abrigo. Porque si llegaba a salir con lo que tenía puesto en ese momento, iba a morir por hipotermia o pescar un resfriado.

            —El rojo te quedará lindo —Fabiana estaba mirándome mientras decidía que ponerme.

            —¿Segura?

        —Sí, es lindo.

        Asentí y lo tomé del armario.

        —Vamos, niña —dijo mi amiga—. Muero por ver la reacción de Joshua.

        —Vamos.

Nunca podré olvidar la cara de asombro que Joshua puso al verme entrar por la puerta del bar.

        —¡Santa mierda! —Joshua saltó de su asiento a verme llegar con Fabiana.

        —Hola, nene.

        —¿Aura Brooks, que te has hecho?

        El me miraba totalmente asombrado.

        —Joshua Ivanovich —pronuncié con un poco de dificultad—, me corté el cabello.

        —Respira —Bromeó Fabiana.

        —Siento que me voy a desmayar. Pero no sé si por el cabellocidio que cometiste o porque es la primera vez que te escucho decir mi apellido.

        Me hizo reír un poco con lo que dije pero inmediatamente puse cara seria.

        —No rías. Tu apellido es demasiado difícil.

        —Eso es mentira.

        —Para mí lo es —dije—. Espera un segundo… ¿has dicho cabellocidio?

        —Sí.

        —¿Esa palabra existe? —preguntó Fabiana.

        —No tengo la más mínima idea.

        —Bueno —murmuré— ¿Te gusta?

        Sonrió y dijo:

        —Cariño, amé cómo te quedó el corte a lo Demi Moore en Ghost.

        —Gracias.

Para secar tus LágrimasWhere stories live. Discover now