16 de mayo

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Querido diario:

No te puedes imaginar la felicidad que sentí cuando mis compañeros avisaron que hoy no tendríamos clases, porque iban a hacer una desinfección en todo el establecimiento. Así que le prohibí a mi madre que entrara a mi habitación para despertarme.

            Pero eran alrededor de las once y media de la mañana, cuando mi celular comenzó a zumbar fuertemente. De muy mala gana entreabrí uno de mis ojos para ver donde había lo había dejado la noche anterior. Al encontrarlo divisé que Fabiana me había mandando un WhatsApp:

(Fabiana) Hola, nena

(Aura) Hola, corazón

(Fabiana) ¿Cómo estás?

(Aura) Súper, ¿y tú?

(Fabiana) Me alegro. Yo genial

(Fabiana) ¿Qué se cuenta? ¿Algún cambio en tú vida?

(Aura) ¿Eres bruja o algo?

(Fabiana) No, ¿por qué?

            Como no contesté inmediatamente mandó otro mensaje:

(Fabiana) ¿Aura qué hiciste?

(Aura) Me corté el cabello

(Fabiana) Este es el momento en el cual me dices que es una broma. Y de muy mal gusto.

(Aura) No es broma.

(Fabiana) Aura, tenías el cabello tan largo. Pero dime… ¿me guardaste las mechas? 

(Aura) Perdón, pero tenía que hacerlo. Sí, claro que las guardé.

(Fabiana)  ¡Ay, te amo!, tenemos que vernos lo antes posible. Quiero ver cómo te quedó ese corte.

(Aura) Claro, amiga.

(Fabiana) Tendríamos que organizar una salida con Joshua. Apuesto que él no sabe nada de esto.

(Aura) Sí, buena idea. Dios mío, él querrá matarme.

(Fabiana) Yo lo apoyaría de no ser que pronto tendré unas bonitas extensiones en mi cabello.

(Aura) Me haces reír.

(Fabiana) Lo sé. Soy una persona genial.

Para secar tus LágrimasWhere stories live. Discover now