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NARRA JADE

A penas entré al baño mis rodillas impactaron contra el frío suelo de cerámica, quedando justo frente el inodoro. Todo me daba vueltas y las náuseas cada vez eran menos soportables. Alcancé a tomar mi cabello antes de desechar mi cena en ese inodoro.

Luego de unos minutos, cuando me sentí capaz de soportar el peso de mi cuerpo, miré mi rostro en el espejo. Mi máscara de pestañas ahora se encontraba bajo el contorno de mis ojos, mis mejillas no tenían color y mis labios estaban resecos. Me veía terrible.

Lavé mi rostro y mis dientes hasta verme un poco más decente. Recogí todo mi cabello en una coleta desalineada y, a pesar de que buscaba verme mejor, no me molesté en volver a hacerla.

Solté un largo suspiro antes de comenzar a abrir lentamente la puerta. Tomé el valor suficiente para volver a la habitación y entonces encontré a Perrie recostada en la cama, mirando un punto fijo en el techo.

Luego de unos segundos observandola decidí recostarme a su lado, mirando en la misma dirección que mi rubia amiga.

- ¿En que piensas? - preguntó rompiendo el incómodo silencio que se había instalado en todo el lugar.

- En nada - respondí en un susurro.

Entonces se formó otro silencio igual de incómodo que el anterior. Lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones.

- Jade... - murmuró e instintivamente volteé mi rostro para verla. Ella hizo lo mismo al notar mi mirada sobre ella.

- ¿Sí? - mi tono de voz seguía siendo un susurro.

- Lamento lo que sucedió hace un rato - dijo provocando que mi pulso se acelerara al recordar lo que había ocurrido - ¿Podemos fingir que nada de eso pasó?

No pude evitar sentirme decepcionada al oír su pregunta.

Por un momento creí que ella también había sentido ese cosquilleo por todo su cuerpo al estar tan cerca, pero si quiere olvidarlo debe ser por algo. Tal vez porque no sintió nada además de incomodidad.

Aparté mi mirada y simplemente asentí con la cabeza en respuesta a su petición.

La oí suspirar y de reojo logré ver que se quedó un par de segundos observando mi rostro, algo que me puso nerviosa. Carraspeé mi garganta antes de volver a hablar.

- ¿Aún quieres hablar acerca de la discusión que tuviste con tu madre? - pregunté suavemente para que no se sintiera presionada a contarme lo que había sucedido.

Hubo un silencio como de un minuto y ya me estaba resignando a escuchar una respuesta negativa.

- La verdad... - soltó un largo suspiro - Sí quiero hablar de eso - respondió finalmente - Pero te advierto que es una larga historia.

- Tenemos todo el tiempo del mundo - murmuré con una sonrisa para darle la confianza suficiente de empezar a hablar.

Ella asintió antes de volver su vista al techo y empezar a relatar.

- Mi relación con mamá no ha sido muy buena ¿sabes? Quiero decir, los últimos años han sido complicados - murmuró empezando a jugar con el borde de su camiseta, claro signo de nerviosismo - Cuando era pequeña obviamente adoraba a mi madre, éramos como mejores amigas o algo así - soltó una pequeña risa llena de amargura - Pero cuando nos enteramos de la enfermedad terminal de mi padre, ella comenzó a alejarse - suspiró pesadamente antes de continuar - No solo de mí, también se alejó de Jed y mi padre. La única persona que tenía acceso a ella era Emma.

- ¿Por qué solo ella? - pregunté curiosa. Estaba atenta a cada una de sus reacciones, por lo que noté la tensión en su mandíbula luego de que nombró a su padre, por eso opté por desviar un poco la atención de ese tema.

Love me baby, pleaseOù les histoires vivent. Découvrez maintenant