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2 meses despues

NARRA PERRIE

Los últimos meses han sido un caos. Me encuentro deprimida la mayor parte del tiempo y lo único que puedo hacer es lamentarme. No sé cuando fue la última vez que salí de casa, pero el encierro no me ayudaba a relajarme o distraer mi mente. Lo peor de todo es que era mi culpa, pues si bien tenía la oportunidad de salir, no estaba dispuesta a hacerlo.

Gracias a Jed las cosas han sido un poco más llevaderas, pues él constantemente me muestra su apoyo y comprensión. Es el único que sabe lo que está ocurriendo, además de mi madre por supuesto. Él me ha estado cuidando ahora que me encuentro en un estado... deprorable. Y enserio se lo agradezco, pero realmente no creo que su ayuda sea suficiente para poder salir de esto.

En diversas ocasiones intenté acercarme a mi hermana para disculparme por nuestra última discusión, en la que dije cosas que debí haberme callado pues eran pasado, pero ella simplemente me ignoraba o directamente se iba. No miento cuando digo que parecía que estaba huyendo de mí, como si fuera una plaga y no pudiera tenerme cerca.

En cuanto a la promesa de mi madre, en la que se comprometió a pasar tiempo de calidad con nosotros con el fin de unir a nuestra familia, se fue a la mierda. Sí, ella está en casa todo el tiempo, pero ni siquiera se digna a hablarme o incluso a Jed, pues sabe que él está de mi lado. Emma está fuera de casa todo el tiempo; según mi hermano ella sale a caminar sola por el vecindario, lo cuál es preocupante considerando el peligro que corre una adolescente de su edad al salir completamente sola.

Siento que todo va en picada.

No creo que haga falta aclarar lo mucho que extraño a Jade. Todas las noches imagino posibles escenarios en los que yo corro detrás de ella y le ruego que vuelva a quererme, pero cada uno de esos escenarios termina mal, ya sea porque ella solo quiere alejarse de mí o porque mi madre termina arruinandolo todo. Y sé que solo son ideas tontas en mi cabeza, pero creo que en la vida real mi madre sería capaz de arruinar absolutamente todo con tal de no tener a una hija con esta "condición".

Mierda, es desesperante.

Mientras más pienso en la morena, mis sentimientos hacia ella van creciendo, al igual que mi llanto y mis lamentos. Creo que me estoy enamorando, lo que me aterra mucho. Pero además, siento al mismo tiempo que ya la perdí por completo y no creo que sea posible recuperarla.

Jamás en la vida imaginé que lloraría por amor, pero aquí estoy, derramando un montón de lágrimas por no poder arreglar las cosas.

Para ser honesta, todo ha sido una mierda.

NARRA JADE

Últimamente me acerqué mucho a Leigh y a Jesy. Luego de esa tarde de películas en la casa de la ojiverde, nos encontramos varias veces para ir de compras o tomar un helado. De hecho, ellas ya estaban al tanto de mi situación con Perrie, por lo que hacían lo posible por sacarme de mi casa y hacer algo para distraerme, aunque fuese por un par de horas.

Aunque cuando estaba de vuelta en mi habitación, encerrada en esas cuatro paredes, todo se venía abajo. Recordaba constantemente lo que había ocurrido en ese insignificante parque. Pero luego recordaba la fabulosa semana que habíamos tenido en esa isla y en mi interior aparecía una mezcla de emociones que ni siquiera sabría describir.

Solo quería escapar de todo. Quería correr muy lejos de casa.

Tuve que explicarle a mi madre lo que me estaba ocurriendo pues ella estaba preocupada. Aunque decidió no opinar demasiado sobre el tema, me dio una buena idea.

Resulta que tengo una prima, su nombre es Danielle y vive en Estados Unidos, específicamente en Miami. Mi madre dijo que podía visitarla unas semanas solo para despejar mi mente y renovar fuerzas. Me pareció una excelente idea, así que casi de inmediato compré un boleto de avión.

***

- ¿Segura que no olvidas nada? - preguntó mi madre por enésima vez. La mire un poco frustrada, pero luego recordé que simplemente intentaba cuidarme.

- Estoy muy segura, Norma - respondí con gracia - Voy a estar bien - le di un golpecito en la nariz solo para fastidiarla.

Mi humor había mejorado bastante desde que empecé a planear ese viaje. La verdad estaba emocionada por conocer la ciudad de Miami.

- ¿Empacaste ropa de verano, no es así? - me miró con una ceja alzada - Recuerda que el clima de allá es totalmente diferente a este.

- Ya lo sé, mamá - rodé los ojos, sintiendome fastidiada nuevamente - Y claro que llevo ropa de verano - posé mis manos en la cintura y solté un largo suspiro.

Observando las maletas en mi cama recién fui consiente de lo que estaba sucediendo. Iría completamente sola a otro continente. Mi madre no estaría ahí y tampoco mi hermano. Mierda, tal vez sentía un poco de miedo.

- ¿Te encuentras bien? - la profunda voz de mi hermano me sacó de mis pensamientos. Cuando voltee a verlo noté que mi madre ya no estaba en la habitación.

- Sí, solo estaba viendo que nada faltara - mentí.

James me miró unos segundos y luego observó las maletas cerradas sobre mi cama. Por obvias razones se dio cuenta que estaba mintiendo.

- ¿Estás segura de esto? - me preguntó con seriedad.

Lo pensé durante unos segundos y finalmente respondí.

- Estoy muy segura - dije con firmeza - Esto es lo que necesito.

Soltó un suspiro mientras asentía con su cabeza y se acercó a abrazarme. Apoyé mi mejilla en su pecho debido a la diferencia de altura y rodee su cintura con mis brazos.

Fue un gesto reconfortante que me hizo sentir mejor.

- No seas tan dramático - dije cuando nos alejamos del abrazo - Solo me iré un par de semanas.

- Aún así te voy a extrañar - murmuró revolviendo mi cabello.

- Lo sé - le sonreí.

***

Las puertas automáticas de vidrio se abrieron para darnos paso al interior del aeropuerto. Luego de entregar mis maletas nos quedamos en medio de ese lugar sin saber que hacer exactamente.

Voltee mi cuerpo para quedar frente a mi familia.

- Si algo te pasa, por favor llamanos de inmediato - me dijo mi madre acariciando mi mejilla con dulzura - Recuerda que usaremos facetime todos los días ¿ok?

- Está bien - respondí fingiendo estar fastidiada.

- Lo digo enserio, Amelia - me regañó - Si no me llamas un día, iré yo misma a Miami para traerte de vuelta.

- Entendido - respondí con una sonrisa.

Entonces voltee a ver a mi hermano e hice una extraña mueca que le provocó risa.

- Tú no cambias ¿eh? - dijo picando mi abdomen con sus dedos.

- Aleja esas sucias manos de mí - bromeé golpeando su antebrazo.

Nos sentamos en las sillas de metal que habían y esperamos hasta que anunciaron mi vuelom

- Bueno, ya es hora de irme - murmuré levantandome de la incomoda silla.

- Cuídate mucho ¿sí? - me dijo mi madre.

- Disfrutalo e intenta relajarte - me dijo mi hermano.

Asentí con mi cabeza para luego abrazarlos a ambos.

- Adiós - susurré alejándome lentamente.

- Adiós hija - se despidió mamá.

- Adiós Jadey - se despidió mi hermano.

Me di media vuelta con una pequeña sonrisa y caminé hasta entrar a la puerta que me correspondía.

Miami, aquí vamos.

Love me baby, pleaseWhere stories live. Discover now