Prólogo.

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Del diario de Jericco Goldstein.

3 de enero del año 2000, MANHATTAN NEW YORK.

Mi nombre es Jericco Goldstein, nací en Baviera en el año 1913. Quizá estoy escribiendo la historia que nunca antes pude contar, ahora sé que esto será mi último suspiro, he sido perseguido por más de 60 años por gente peligrosa que lo único que ha querido es forzar mi silencio, temí alejarme del mundo pero esa fue la mejor decisión que tomé en estos 87 años de secretos y delirios. Lo que estará escrito de ahora en adelante será mi nota suicida, las palabras que he escrito desde el comienzo han empezado a consumir todo mis sentimientos al evocar los recuerdos que intenté olvidar, he sido víctima de mí mismo, supongo que las malas decisiones que tomaste en el pasado cobrarán vida como una venganza después de fluir ríos de sangre. 

Yo sólo era un chico tímido e inseguro cuando joven, la tez que recubre mi cuerpo es blanca y soy de contextura hercúlea, mi estatura es normalmente alta-mediana como la de cualquier europeo; la tonalidad de mi cabello se deriva entre el rubio oscuro y castaño claro, mi cualidad masculina era profesionalmente primorosa, con una voz delicada y refinada que solía ser catalogada como afeminada por comentarios supeditados y sexistas, pero, mi vanguardia era avasallada por un oscuro pasado que intentaba ocultar con mi ego.

Recuerdo aquella lejana primavera del año 1942, sólo tenía 29 años cuando la segunda guerra mundial todavía se encontraba firme. Yo trabaja en un gran laboratorio que pertenecía al gobierno de Alemania en Frankfurt, protegido por la base militar más grande y recóndita de Europa.

Principalmente, mis comienzos surgieron después de obtener diversos títulos profesionales, como la medicina, ingeniería genética y nuclear, diseñaba armas atómicas como también experimentos genéticos con seres vivos; años más tarde, después de graduarme de una de las universidades más prestigiosas del mundo, obtuve mi primer trabajo en el área más conocido del planeta, la Zona 13, dicha área tenía una gran fama por reservar secretos de mucha importancia de la cual procedían a la polémica.

El desierto en donde se encontraba la base militar, algún día fue poblado por una antigua región campestre que fue eliminada, el ejército alemán había exterminado las personas que ocupaban esas tierras por el lejano desierto. Las nubes de radiación eran adecuadas para proteger los alrededores de la base, con la finalidad alguna de la seguridad confidencial del gobierno y sus militares, se realizaban numerosas autopsias a diversos seres no provenientes del planeta Tierra, solía relacionarse con las fuentes más altas en tecnologías de aquel entonces, la astrofísica comenzaba a crecer con sus preparaciones para enviar el primer hombre a la luna.

Se diseñaban proyectos de repulsión contra los hombres homosexuales, los sospechosos eran obligados a ingerir hormonas sexuales femeninas de la cual alteraba su cuerpo, el castigo se realizaba con el cambio de sexo en el que amputaban sus aparatos reproductores, debido a la alta discriminación. El gobierno experimentaba con judíos, testigos de Jehová, opositores, y comunistas; usándolos como prisioneros en el primer momento que fueron invadidos en sus hogares, luego, desde los campos de concentraciones hasta las cámaras de gases, en que se usaban ataques biológicos con gases letales y veneno, uno de ellos era el famoso gas mostaza (C4H8Cl2S).

El nazismo dominaba a Europa con holocaustos y avances biológicos, por lo que existía una gran evolución de nuestro laboratorio, una teoría surgida desde Berlín sirvió como fuente inagotable de ideas para la nación alemana, una de ellas era los experimentos más auténticos de esa década, usando la inseminación artificial a mujeres con semen de animales. Además de facilitar los intentos de procrear nuevos individuos a la humanidad, usábamos niños como base primordial para el uso de nuevas mutaciones de la especie humana.

𝐏𝐋𝐄́𝐘𝐀𝐃𝐄𝐒 𝟭 (𝕯𝖊𝖑𝖚𝖝𝖊 𝖊𝖉𝖎𝖙𝖎𝖔𝖓)Where stories live. Discover now