Capítulo 26. Andrómeda: El Secreto de Pléyades.

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"Cada integrante de mi lista negra escribió un pergamino baladí de mi reputación, crearon personajes ficticios de una imagen quimérica que originó a nuevos alter egos en mi vida."

 Las monjas desaparecieron por la luz de las velas que había en el pasillo y me adentré apresuradamente. El pasillo era estrecho y sus paredes eran blancas, el piso mosaico estaba marcado por huellas de sangre que se dirigían a un pequeño salón al final, saqué las hojas de mi bolsillo y comencé a leerlas con mucho interés.

Querido padre, soy tu única hija, Andrómeda, es la chica que tú nunca quisiste por toda la lujuria machista que impregnó tu corazón, quizás sea esta la última carta que leerás de mí hasta que estemos de nuevo cara a cara. Hoy fui arrestada por tus hombres, sé que la vida de mí y de mi bebé sólo dependen de una mala decisión que tomaste sin pensar y, nunca antes había estado tan decepcionada y entristecida por alguien como tú, veo que mi madre siempre tuvo la razón, aunque tú sólo hiciste que me llenase de odio y resentimiento, creyéndote que ella se había ido con otros hombres mientras que tú la enterraste en el jardín de nuestro palacio. Tus frailes me han amenazado con apresar a mi espíritu, profanarán mi cuerpo después de ser sepultada porque tú lo pediste así, ellos me han dicho toda la noche que no descansarán hasta ver que mi alma quede a la disposición de los demonios. Mi corazón está roto y vacío, me prohibiste una vida feliz y también me prohibirás tener un descanso eterno, eres un narcisista, un déspota, un corrupto y amargado asesino, pero, no sólo eso destroza mi corazón, la vida de un pequeño angelito está a punto de ser destruida por tus malditas manos infernales. Sé que decidiste elegir entre la fortuna y mi vida, pero, te quedaste con una fortuna que no te pertenece y también con el anhelo de ver muerta a tu propia hija, Pléyades me aclamará para elogiar tu orgullo y tu dinastía, porque será ella la responsable de arruinar lo que seguro me esperaba en otra vida. Nunca creí que moriría tan joven, no obstante, acusaste a mi tía Cherssy de brujería y herejía por rechazar a tu maldito Dios falso, la despellejaste junto a su familia al rojo vivo cuando era inocente. Tus verdugos entraron a la fuerza en la humilde casa de mi familia, sacaron de la cama a mi tía junto a sus hijos y lo encarcelaron en medio de la noche, ¿Es justo eso? Los sanguinarios le cortaron los senos a mi tía y después se lo frotaron en los rostros de sus hijos adultos, fueron obligados a abrir la boca para que masticaran los pezones de su madre.

El padre de la familia fue asesinado en un empalamiento, supongo que es lo que me espera para mañana cuando cante el gallo. Mis primos se convirtieron en un pulpo de cuatro tentáculos, la rueda de despedazar trituró sus huesos entre la carne glutinosa y sangrante, parecían títeres aullantes. Finalmente, los restos de los hombres de la familia fueron quemados más de cuatro veces con hierros ardientes, no suficiente todo el suplicio familiar, los quemaron a todos en la hoguera. Destruiste mi vida padre, tuve que ver a mis parientes morir por tu maldita e imperdonable culpa, además... ¡Mi esposo me fue infiel! Encontré al padre de mi hijo teniendo relaciones sexuales con uno de tus monjes, ¿También le pediste a mi marido que se revolcará contigo? Hoy recibí la noticia de que mandaste a torturar a mis abuelos maternos por venganza, sé que los condenaste en la sierra en presencia toda Valaquia. Ni siquiera te importó la salud de mis abuelos, ellos estaban enfermos y moribundos, luego lo colgaron de cabeza para impedir la pérdida de sangre de todo el cuerpo, y así quisiste que ellos tuvieran una muerte paulatinamente dolorosa. Adiós, Eros, hasta nunca.

¡No podía creerlo! Su larga historia era tremebunda y lamentablemente tribulada. ¿Su padre habrá leído esas cartas? ×Me preguntéØ, si bien lo recordaba, un lóbrego recuerdo se vino a mi mente en ese momento cuando supe la manera en la que murieron sus abuelos. La sierra cortaba desde la parte baja del coxis, hasta que las victimas apenas perdían el conocimiento a mediados del diafragma, de todas maneras, la biblia hacía mención a este tipo de torturas por el Rey David, contribuyendo al uso de las técnicas de torturas por esa era antigua.

𝐏𝐋𝐄́𝐘𝐀𝐃𝐄𝐒 𝟭 (𝕯𝖊𝖑𝖚𝖝𝖊 𝖊𝖉𝖎𝖙𝖎𝖔𝖓)Where stories live. Discover now