Capítulo 16. El Aquelarre, la fiesta de los brujos.

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"Brindo para que los enemigos mueran ante mis pies, después del perdón serán torturados en el patíbulo de los remordimientos."

Precipitadamente, un terrible escándalo destruyó el silencio hasta dejarme atónito, ¿Qué es eso? ¿De dónde viene ese escándalo? ×Me detuve a pensarØ. Se escuchaba un espeluznante orfeón femenino que hacía taparme los oídos, inquieto y apresurado, corrí rápidamente hasta que llegué de nuevo al centro de la encrucijada.

¿Dónde están los caminos? ×Me pregunté, ofuscadoØ ¡Los caminos de la encrucijada habían desaparecido! ¡No sabía a dónde ir! ¿Es esto una trampa? ¿Acaso es esto la traición de la que hablaba el demonio? ¡Qué carajo! De inmediato, un extraño camino se iluminó y de repente había cambiado mi entorno, ¿Qué está pasando? ×Susurré, ansiosoØ, la encrucijada desapareció y tan pronto que cerré los ojos aparecí en una inmensa cueva en la que tenían una gran estatua de mi imagen, había mujeres desnudas que danzaban a la redonda de la misma, los hombres tocaban los instrumentos musicales y cantaban para el baile en medio de la multitud. ¡No puedo creerlo! ¿Cómo saben estas personas de mi existencia? ×Me pregunté, desconcertadoØ.

¡Ya sé! ¡Es el jolgorio! ¡Esto es el aquelarre sabático de brujas! ×SupuseØ, había olvidado que el abad Grigori Rasputín me habló acerca de esa festividad ¿Ahora qué puedo hacer? Me sentía tan timorato que no sabía cómo reaccionar ante todo eso. Junto a la estatua de yeso estaba situado el Macho Cabrío que compartía el altar, a su lado se sentó Azazel disfrutando de la velada como en la antigua Mesopotamia; Azazel era su guardián principal, un demonio de segundo orden.

Era Belcebú representado en el Gran Macho Cabrío, fue conocido desde la antigüedad por los egipcios como el Dios Pan. Los sábados eran perfectos para que los brujos pudiesen celebrar su entrega a Satán, en el momento que llegué al aquelarre estaban bautizando al hijo de la Bruja Mayor; su nombre como soltera era Roxette Crawford, una mujer blanca de ojos verdes con su cabellera roja, y su hijo de 2 años llamado Marcello Standford, un niño de piel clara y ojos oscuros que era hijo de un sacerdote famoso en Pléyades.

Cuando las mujeres danzantes se detuvieron, Roxette pidió unos segundos de silencio para el bautizo diabólico de su hijo, quien sería el próximo hechicero más grande de la familia. Las mujeres dejaron de bailar y los brujos detuvieron la música, Roxette subió al altar con su hijo cargado entre los brazos, en donde estuvo acompañada de Azazel y el Macho Cabrío.

El pequeño Marcello estaba vestido con un abrigo de piel y luego cambiaron su ropa por una túnica negra para dar apertura al bautizo. Roxette persignó la señal de la cruz invertida con su mano izquierda, y después de besarlo en su frente lo acostó al lado del Macho Cabrío, éste impulsó su hocico adelante y le vomitó la cara al niño, las mujeres y los hombres contaron grupalmente 10 segundos hasta que éste le lamió su cara.

Roxette levantó a su hijo y lo enalteció ante la multitud, el gentío enloqueció hasta que ella dio la espalda y todos se arrodillaron. Roxette acercó a Marcello a su pecho y comenzó a decir:

– In nomine Patrica, Matrica, Araguató petrica agora valentía.

(En nombre de Patricia de Matrica, Petrica de Aragón, a esta hora, valentía)

La muchedumbre rugió en alegrías y comenzaron a saltar con un solo pie. Yo trataba de caminar entre la multitud soslayando la agitación, con la capucha de la túnica podía deambular sin que notaran mi presencia, cuando llegué al aquelarre pensé que era una discoteca o algún sitio nocturno, los cuerpos sudados y desnudos me llenaban de repugnancia al sentir que rozaban mi cuerpo.

¡La magia es arte! ¡La magia es vida! ¡La he encontrado! ¡Soy digno de ella! ×Dije encantadoØ.

Al levantar la cara pude apreciar con la debilitada mirada de agotamiento a los hechiceros que volaban en sus escobas, era magnifico y admirablemente prodigioso. Era un sitio libre para todos aquellos que vivían con el calor de las artes oscuras, podían sentirse libres y exaltados sin tener que esconderse de la ignorancia de Memphis o Núremberg.

𝐏𝐋𝐄́𝐘𝐀𝐃𝐄𝐒 𝟭 (𝕯𝖊𝖑𝖚𝖝𝖊 𝖊𝖉𝖎𝖙𝖎𝖔𝖓)Where stories live. Discover now