La artillería pesada

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Dudé muchísimo para hacer esto porque mi idea era mostrar hasta el esperado encuentro de Elsa con sus padres pero se me salió de las manos y creció demasiado (Tan solo en este cap hay casi 5,000 palabras)😂😂🤦‍♀️

Así que lo corté hasta aquí, pero aun así el próximo podría ser cortado también por lo que les pregunto si les gustaría leer esa larga y tensa escena de cena de corrido 🤣🤣 o la querrían en pedazos también 🤷‍♀️😂


— ¡Abran paso! — Gritó el hombre robusto, los presentes se movieron despejándole la pequeña cama del lugar.

— ¿De dónde es este? — Preguntó Flora, mirando atentamente al muchacho moribundo.

— Estaba en un callejón, pensé que era otro herido por los entrenamientos pero... — Levantó un cuchillo y le arrancó la mojada camisa. Una gran herida atravesaba su torso, esa no era solo una herida de práctica. La Hada Rosa se acercó aún más, chilló cuando vio la punta de la lanza dentro de él aún. — Le fou también trae a otros dos que estaban cerca de la armería... pero creemos que la chica...

— Tenemos que sacarle eso de inmediato. — Ordenó otra voz, una mujer alta con el cabello cenizo que ya estaba dándose vuelta para buscar sus guantes. — Que Esmeralda se encargue de la chica y el otro... bueno, alguien estará desocupado.

— Con tantos heridos últimamente, no creo que haya manos libres. — Murmuró el hombre frunciendo el ceño. — No sé cómo nuestra Reina aceptó tener a esa bruja en nuestras tierras. ¡En el palacio!

— Roja... el niño apuñalado... yo... — Comenzó Primavera con un nudo en la garganta, la mujer mayor apretó los labios con pesar. — Pensé que lo lograría...

— Yo también, cariño... — Susurró ella tomando sus pinzas. — Pero esperemos este se logre.

— ¿Otra víctima desconocida tirada a morir? — Preguntó el Hada Azul con los ojos cristalinos. — Eso se ve bastante feo... deberías llevarlo con ella.

— Haremos todo lo que podamos aquí... — Respondió apretando los labios. — Rapunzel nos dijo que teníamos que ser más discretos.

Muchos de ellos llegaron junto con sus soberanos para mostrar su apoyo en esta guerra, muchos se habían quedado en el pueblo por seguridad cuando Aurora les explicó la clase de aliados que recibirían. Pero no fue sino a los pocos días que se dieron cuenta de los heridos y muertos que aparecían en cualquier lado y se dieron cuenta de lo que ocurría y quienes eran los responsables.

Les habían pedido que guardaran silencio por el momento, que los curaran y guardaran registro para castigar a los que debían después, cuando habrían ganado la guerra y se dictaminara su futuro en una corte, pero fue la Princesa de Corona la que se comprometió a ayudarlos desinteresadamente, la que iba 3 veces a la semana a esa improvisada clínica para curar las heridas más profundas, pero hacía unos días les avisó que no podía asistir porque estaba siendo vigilada por su prima últimamente y que en su lugar ellos llevaran las emergencias a ella en los casos más extremos porque era más fácil perderse por unos momentos a unas horas en el camino.

El problema, es que la mayoría de esos casos extremos no resistían el camino y los guardianes estaban muy lejos para pedirles un portal.

— Lo que digas, Caperuza. — Le sonrió Primavera.

— Ya ni siquiera la tengo puesta. — Reviró los ojos apenas reprimiendo su sonrisa.

— Pero siempre serás esa Caperucita Roja para nosotros.

"La Tirana de Hielo" (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora