C.OO2

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CAPÍTULO DOS

¡Formación! Nace el equipo 6.

La mañana siguiente, Mei despertó bastante temprano, no debían pasar de las siete de la mañana

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La mañana siguiente, Mei despertó bastante temprano, no debían pasar de las siete de la mañana. El cielo a través de la ventana de su habitación se pintaba de distintos tonos a medida que el sol avanzaba hacia la cúspide. Se quedó unos segundos observando la Aldea a través de su ventana, pensando en las cosas que habían cambiado en sus años de ausencia. Muchas cosas no estaban allí cuando ella tenía siete años, aunque resultaba obvio que seguirían progresando a través del paso de los años. El tiempo no se congelaría con su ausencia, y tampoco encontraría todo tal cual recordaba. En cierta forma, una punzada de nostalgia se abrió paso en su pecho, pero se concentró en ignorarla y hacerla desaparecer. Las emociones nos hacen débiles, ella siempre lo había sabido, sus superiores siempre se lo repetían. En el mundo ninja, las emociones no eran más que una distracción, y Mei no permitiría que nada la alejase de su objetivo.

Sasuke aún dormía cuando ella salía del departamento media hora más tarde. Había desayunado algo sencillo, teniendo en mente recorrer un poco los alrededores e inspeccionar un poco su nuevo (o viejo) hogar. Por ello consideró prudente no atiborrarse en comida, después de todo necesitaba sentirse liviana para el ejercicio. Comenzó su expedición en la roca Hokage, parada sobre la cabeza de Tobirama Senju, el segundo Hokage, se dedicó a observar la Aldea desde la altura. Encontró la Academia a lo lejos y recordó sus días entrenando allí junto a Sasuke. Recordó vagamente a sus compañeros de clase, no podía figurar sus rostros, pero algunas cosas le venían a la mente.

Había una niña con la que solía juntarse, no recordaba su nombre, pero sabía que era uno o dos años más grande. No solía hablar con gente que no fuera del Clan Uchiha, pero con ella había hecho una excepción. Era muy buena en taijutsu, podía recordarlo perfectamente, por eso le gustaba entrenar con ella. Ninjutsu y genjutsu entrenaba con su padre y hermanos, ya que su Clan era muy específico en esas ramas, y muy exigente también. A pesar de su poco tiempo en la Academia Ninja de Konoha, atesoraba esos recuerdos profundamente, ya que fueron sus últimas memorias en aquella Aldea.

El bosque fue el último lugar de su recorrido esa mañana. Resultaba agradable la tranquilidad que había allí, y había encontrado un pequeño claro con un lago algo escondido del sendero principal. Perfecto para cuando necesitara estar sola y relajarse, o entrenar sin ser molestada. Cuando volvió a la Aldea eran aproximadamente las once de la mañana. Una hora más que aceptable para aparecerse por la oficina del Hokage y preguntar por su nuevo equipo. Así que eso fue lo que hizo. Saltando a través de los tejados fue acercándose a aquél edificio color rojo con el símbolo de fuego coronándolo. Los guardias la dejaron pasar sin problemas, y llegó a la oficina del anciano sin mayor dificultad. Una vez estuvo frente a la puerta de madera no dudó en golpear. Dio tres toques, cortos y concisos. La voz de Sarutobi se escuchó casi al instante, sin hacerse de rogar, dándole el paso a la habitación.

𝗙𝗘𝗘𝗟 𝗧𝗛𝗘 𝗣𝗔𝗜𝗡 | GaaraWhere stories live. Discover now