𝗣𝗔𝗜𝗡 ━━ ❝Porque prefiero sentir dolor a no sentir nada.❞
Mei creía estar condenada por las circunstancias de su vida, hasta que alguien le gritó en el rostro que podía ser diferente. Había renunciado a cosas que creía banales, como los sentimien...
El combate más esperado. ¡La destrucción de Konoha comienza!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al terminar el encuentro de Mei y Shikamaru, Naruto saltó hacia la arena, acercándose al chico, que se encontraba estirando mientras Mei lo observaba llena de curiosidad.
—Oye, quiero hablar contigo, idiota —dijo el rubio, quien parecía molesto.
—¿A quién estás llamando "idiota", idiota? —preguntó estirando su espalda.
—¿Por qué te rendiste? ¿Por flojera o porque eres un cobarde?
—Naruto, tranquilízate, el encuentro ya acabó. —Mei se entrometió algo cansada de sus gritos.
—Sí. Olvidémoslo mejor, ¿de acuerdo?
—¿Estás bromeando? ¡No estoy de acuerdo! ¡Pudiste ganar tu encuentro y te rendiste! Y quiero saber por qué.
—Cambiemos de tema. Olvídalo, ¿quieres? Ya viene otro encuentro.
—Mira, puedes rendirte cuando... ¿Eh? ¿Otro encuentro? —Naruto recalculó por dos segundos y luego sonrió—. ¡Sí, es cierto!
El siguiente encuentro era, nuevamente, un llamado a Gaara y Sasuke, pero, como la vez anterior, Sasuke aún no aparecía. Nuevamente estaban condenados a morir esperando por su hermano mellizo, que no demostraba estar vivo ni por señales de humo. Todo el mundo se encontraba expectante por la aparición del Uchiha, mientras el censor y los Kages decidían qué hacer con el combate. De cierta forma, también resultaba injusto para los demás participantes que a Sasuke se le dieran tantas oportunidades, y ni hablar que resultaba una completa falta de respeto hacia las autoridades y el público presente. Mei se preguntaba qué demonios podrían estar haciendo Sasuke y Kakashi para no aparecer de una vez por todas en el estadio.
—Vaya, esta gente lo matará si no aparece. Y si no lo hacen, lo haré yo —dijo Naruto molesto.
Mei observó alrededor, reparando por primera vez en los gritos del público y lo molestos que parecían estar. Ni siquiera les había prestado atención, bloqueaba el sonido como si se tratase del ruido de una mosca, molesto e inservible. Faltaba poco para que el reloj marcara las dos de la tarde, y con ello el final de la prórroga a Sasuke. Su hermano debía aparecer en los próximos minutos, estaba segura de que lo haría, después de todo no sería capaz de perderse este encuentro.
—Sé que vendrá. —Naruto caminaba de un lado a otro—. Y de seguro está planeando alguna entrada triunfal. Bien, pues yo no voy a impresionarme.
—Bien, los diez minutos de tolerancia terminaron, así que oficialmente llamo a este encuentro...
—Sasuke está aquí —dijo Mei, provocando el silencio de Genma.
