C.O18

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CAPÍTULO DIECIOCHO

¡La sabiduría del Sapo! ¡El poder de la confianza!

Al otro día, Mei se levantó temprano y de buen humor, pues iría a ver a Sasuke después de una semana sin que la dejaran pasar a verlo

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Al otro día, Mei se levantó temprano y de buen humor, pues iría a ver a Sasuke después de una semana sin que la dejaran pasar a verlo. Se vistió con ropa común, últimamente era lo que hacía ya que no estaba entrenando. Desayunó rápidamente, no quería perder demasiado tiempo, y al terminar salió directo al hospital. Extrañaba a Sasuke demasiado, ya llevaba demasiado tiempo sin verlo. Después de que se habían vuelto a reunir, Mei había vuelto a sentir aquella conexión que tenían de pequeños, ese cariño inmenso que solo sentía por su hermano mellizo. Sasuke era lo más importante en su vida, haría cualquier cosa por él. Era todo lo que le quedaba.

Llegó al hospital más rápido de lo que esperaba, la ansiedad estaba haciendo su trabajo. Preguntó por Sasuke en la recepción y, apenas tuvo el número de su habitación, corrió a su encuentro.

—¡Nii-san! —exclamó con más emoción de la que Sasuke estaba acostumbrado a ver en su hermana.

—Meimei. —Sonrió feliz de verla—. Te extrañé, hermanita.

Sasuke se encontraba acostado en una cama junto a la ventana. Al momento en que Mei entró, él estaba mirando por la ventana con el ceño fruncido y sus manos en puño apretujando las sábanas.

Al escuchar la voz de su melliza y la puerta cerrándose, se giró hacia ella con una sonrisa emocionada, y sus manos aflojaron su agarre.

—Yo también te extrañé, no tienes idea. —Su voz sonaba acongojada—. ¿Cómo te encuentras?

—Pues yo me siento genial, pero los médicos no me dejan irme —bufó, volviendo a fruncir su ceño.

Mei soltó una risita al oírlo haciendo berrinche. Con su hermano se sentía feliz de verdad, se sentía ella misma, como si nada hubiese cambiado, como si el tiempo no hubiese pasado y siguiera siendo la Mei de siete años. Su pecho se hinchaba de alegría.

—Es normal que no te dejen irte aún.

—Tenía la esperanza de que sí. —Se encogió de hombros.

—Imagino que no te quedarás mucho tiempo más aquí. —Mei observó un pájaro apoyado en la ventana.

Sasuke abrió sus ojos de par en par, sorprendido; aunque intentó disimularlo desviando su mirada.

—No sé de qué estás hablando.

—Sasuke, soy tu melliza, te conozco. No aguantas mucho en los hospitales, mucho menos con la etapa final de los exámenes tan cerca y sabiendo que te enfrentarás a Gaara —explicó, caminando por su habitación mientras observaba todo curiosa. Giró su cabeza hacia Sasuke, con su cuerpo inclinado hacia adelante justo frente a su cama—. Además, no necesito conocer a Hatake Kakashi para saber que no te dejaría enfrentarte a él sin preparación.

𝗙𝗘𝗘𝗟 𝗧𝗛𝗘 𝗣𝗔𝗜𝗡 | GaaraWhere stories live. Discover now