C.012

5.8K 743 69
                                    

CAPÍTULO DOCE

¡Segundo Examen Completo: Los nuevos prodigios!

Después de irse de chismosos observando el enfrentamiento entre el grupo de Gaara y el de Amegakure, el equipo 6 decidió que era momento de ir a la Torre de una vez por todas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de irse de chismosos observando el enfrentamiento entre el grupo de Gaara y el de Amegakure, el equipo 6 decidió que era momento de ir a la Torre de una vez por todas. Después de un rato moviéndose entre los árboles, se dieron cuenta que no estaban tan lejos del lugar. Los animales del bosque resultaban una simple molestia, ya que ni siquiera debían detenerse para deshacerse de ellos, por lo que no perdían demasiado tiempo en eso.

Al estar a unos tres kilómetros del lugar, un movimiento entre los árboles les llamó la atención.

—Deténganse —Jun fue el primero en notarlo.

Los tres quedaron sobre la misma rama mientras observaban el lugar del movimiento. Unos metros más adelante, un grupo de Konoha los esperaba. Y Mei conocía bien a quien lo estaba encabezando.

—Kabuto —llamó el nombre del chico—. ¿Se les ofrece algo?

—Me preguntaba si tal vez... —Sonrió, señalando a la chica y luego a sí mismo—. Tú y yo pudiéramos tener una plática.

Mei arqueó una de sus cejas, tomada por sorpresa y analizando la situación. Dio una rápida mirada a sus compañeros, que parecían tranquilos e indiferentes a lo que decidiera, por lo que asintió levemente.

—Bien, pero que sea rápido. —Se acercó a dónde se encontraba el chico y le hizo una seña con la cabeza para que la acompañase.

Antes de seguirla, se giró a sus compañeros de equipo.

—No vayan a atacar a esos dos, no quiero que los maten —les advirtió, con un tono divertido.

Mei se dio cuenta de como sus compañeros rodaban sus ojos y hacían una mueca de burla hacia el peligris.

Son unos bobos. —Fue todo lo que pensó, divertida por su escenita.

Se alejó un par de metros junto con Kabuto y, una vez se aseguraron de que nadie los seguía ni estaba cerca, pararon cara a cara. El chico se mostraba relajado, aunque Mei podía notar algo de tensión en sus gestos, probablemente de estar a solas con ella. Tenía la ligera sospecha de que el chico le tenía miedo, lo cual le resultaba divertido.

—Orochimaru está aquí, ¿cierto? En los exámenes —aclaró.

—Efectivamente. —Asintió el otro—. Has quedado justo en medio de un plan de Orochimaru-sama, pequeña Mei. Es una lástima.

—Lo que hagan y deshagan ustedes dos a mí me da lo mismo. En tanto no se metan conmigo todo estará bien.

—Bueno, después de esta prueba podrías estar algo... resentida con Orochimaru-sama —comentó sin ahondar demasiado en ello.

𝗙𝗘𝗘𝗟 𝗧𝗛𝗘 𝗣𝗔𝗜𝗡 | GaaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora