𝗣𝗔𝗜𝗡 ━━ ❝Porque prefiero sentir dolor a no sentir nada.❞
Mei creía estar condenada por las circunstancias de su vida, hasta que alguien le gritó en el rostro que podía ser diferente. Había renunciado a cosas que creía banales, como los sentimien...
¡El regreso de Lady Tsunade! Un propuesta imposible de rechazar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después del encuentro con los Akatsuki y de la charla entre Jiraiya y Gai, todos decidieron volver a Konoha. Naruto y el Sannin se irían lo antes posible en busca de Tsunade, mientras Mei permanecería junto a Sasuke en la Aldea. Al llegar, Gai fue el encargado de llevar a Sasuke al hospital, con Mei siguiéndole de cerca.
Después del ataque de Itachi, su mellizo no se encontraba en buenas condiciones, por lo que permaneció varios días internado en el hospital, sin despertar. Mei estaba preocupada, mucho de hecho, por el estado mental de su hermano. Ella era consciente del daño psicológico que Itachi podía causar con sus genjutsus, lo había vivido en carne propia el día de la Masacre. Pero no estaba segura cuánto afectaría esta experiencia a Sasuke.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era alrededor de la tercera semana que Sasuke pasaba inconsciente en el hospital. Mei estaba cada vez más ansiosa, rogando a su hermano que despertara pronto.
—Buenos días, Mei-san —saludó Sakura al entrar en la habitación.
—Hola —le respondió, algo seca.
Mei no se encontraba de ánimos para tratar con personas, razón por la que últimamente contestaba con algo de mal humor. Lo único que le importaba era Sasuke, y no daba señales de vida. Mei no se había alejado de su lado en todo este tiempo, sujetando la mano de su hermano sin siquiera considerar el soltarla. Sakura era quien más lo visitaba, todos los días iba allí, lo cual irritaba un poco a Mei, pues la pelirrosa no era de su total agrado. A parte de ella, Jun y Masaru se habían pasado para verla y preguntar sobre el estado de su hermano, cosa que agradecía. Ambos eran muy atentos.
—Su estado no cambió para nada, ¿verdad? —preguntó una alicaída Sakura.
Mei negó, sin despegar su mirada del rostro de Sasuke.
—No. No ha habido una sola alteración de su estado en todos estos días. —Soltó un suspiro.
Sakura asintió y se dedicó a cambiar el agua de la flor que había traído el día anterior, además de agregar una nueva el día de hoy. Una vez dejó de atender el florero, se colocó a un lado de la cama de Sasuke.
