Capítulo 23

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Algo se encendió dentro de mi cuerpo, pude sentirlo. Mis ojos se iluminaron y me recordé a mí misma diciéndole a Stefan, cuando apenas llevábamos unos meses juntos, que me encantaban esas cenas románticas que se veían en las películas. A él siempre le pareció demasiado cursi, incluso un poco infantil y nunca tuvimos una, pero ahora ahí estaba, como un príncipe azul salvando el día.

—¿De qué se trata todo esto? —me acerqué lentamente a él con una pequeña sonrisa calándose en mis labios.

Él, de inmediato se puso de pie demostrándome lo alto e imponente que se veía, además de muy atractivo en esa ropa elegante y ese cabello bien cuidado. Apartó mi silla hacia atrás y con un gesto romántico y muy antiguo me invitó a sentarme.

—Hoy vamos a cenar juntos —lo oí.

Lentamente me senté y él besó mis labios de un corto y cálido beso.

Estaba tan sorprendida por lo que mis ojos veían que apenas podía entender lo que estaba sucediendo. No sabía qué preguntarle ni tampoco quería ser un grano en el culo diciéndole cosas como: "Tú no eres así ¿qué te ocurrió?" Pues cuando una persona está intentando cambiar, es muy odioso cuando alguien le recuerda todo el tiempo lo que antes era. Es como si no dejaran a nadie reivindicarse.

Le quitó la tapa a una bandeja de mental y de inmediato comenzó a salir vapor y un olor exquisito a lasaña, por supuesto la había preparado él. Con cuidado me sirvió a mí y luego a él y se acomodó para sentarse frente a mí.

—Mi comida favorita —comenté casi en un susurro.

Él sonrió.

—Espero que te guste, de verdad.

Una botella de vino descansaba encima de la mesa y de inmediato recordé la oficina de la empresa Brackley en donde Jared y yo nos habíamos quedado encerrados. Tragué saliva fuerte intentando tragarme la culpa. Él al ver que estaba mirando la botella, puso su mano en ella y la abrió para servirnos.

—¿Cómo te fue hoy? —me preguntó mientras servía nuestras copas.

Pensaba que estaría enojado por lo que nos habíamos mensajeado, pensaba que mostraría su molestia porque yo había ido a ver a Jared, pensaba muchísimas formas de celos que tendría Stefan, pero no. No se cumplió nada de lo que pensaba, sólo estaba ahí, muy maduro y hablándome con cariño.

—Bien —contesté sintiéndome un poco incómoda, pues ¿con qué tipo de Stefan estaba hoy? —¿Y a ti?

—Bien, dentro de unos días un amigo hará una fiesta ¿te parece si vamos juntos? Así los conoces y todo —habló de lo más natural.

—Claro.

Comencé a cortar la lasaña para comérmela, la verdad es que estaba muy rica.

Ambos nos encontrábamos un poco silenciosos, pero Stefan tenía una mirada diferente, como si quisiera decirme algo y no sabía si se trataba de algo bueno o si comenzaría una discusión en medio de la cena romántica que había creado.

—¿Qué te gustaría hacer para tu cumpleaños? —me preguntó, luego bebió un poco de su vino.

—No sé... —bajé un poco la mirada. Estaba muy acostumbrada a pasar esa fecha en familia y Stefan, pero ahora no tenía a mi familia cerca y el único que se encontraba conmigo era él —¿Ver netflix?

—¿Netflix? —arrugó el entrecejo —Creí que querrías una fiesta o algo así, como te encanta bailar y cantar karaoke.

Reí.

El destino que no soñéWhere stories live. Discover now