33. La Boda: 15 De Abril, 2030

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Me he despertado a las siete de la mañana. A las nueve y media ya estaba dentro del avión camino Barcelona, camino el Prat de Llobregat, dónde hoy se celebraba la boda del año o quizás no. A las once y veinte he aterrizado en el aeropuerto de la ciudad, a escasos quilómetros del Prat, de la parroquia de Sant Pere i Sant Pau. A las once y media estaba ya en las salidas del aeropuerto, corriendo dirección la estación de metro. A esa hora empezaba la ceremonia. Cojo la L9 y me bajo en la primera parada, El Prat. Sigo corriendo, la iglesia está a escasos metros de la estación. Llego a las doce, hace media hora que ha empezado la boda. Es ahora o nunca. Entro.

Me siento en la esquina del último banco sin llamar mucho la atención. No sé quién tengo al lado, debe ser un primo de Alfred, de estos que sólo aparecen en bodas, bautizos y comuniones. Supongo que él me debe reconocer a mí, me mira con cara de extrañado pero no le da más importancia.

Ahora mismo estoy temblando, debería estar repasando mentalmente lo que quiero decir, pero la verdad es que no sé ni que quiero decir. Debería interrumpir la boda? Estoy en lo correcto? Debería irme sin decir nada? Sería capaz de soportar otro rechazo? Pero y si no hago nada, sería capaz de vivir toda mi vida con esa pequeña duda? Con el y si hubiese dicho algo qué hubiese pasado? El primo nota mi nerviosismo y es quién interrumpe mis pensamientos.

- Escolta, què et passa alguna cosa?

- No hablo catalán - respondo sin prestarle atención

- Que si te pasa algo, te veo muy nervioso - repite. Lo había entendido perfectamente la primera vez, pero no quería responderle.

- No, no - contesto con seriedad.

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- Si hay alguien en contra que hable ahora o calle para siempre. - No escucho lo que dice el sacerdote. Estoy sumido en mis pensamientos, esperando a que llegue este momento. Mi momento. Mi última oportunidad. Mi último cartucho. Y casi lo paso por alto. Es otra vez el primo quién vuelve a interrumpirme.

- A veure qui és el graciós que interromp la boda (A ver quién es el gracioso que interrumpe la boda) - escucho como le comenta eso al hombre que tiene a su lado en tono jocoso. Pues resulta que el gracioso voy a ser yo.

- Si no hay nada que objetar - continua el sacerdote mientras yo me levanto y empiezo a correr por el pasillo hasta que llego al altar.

- No te cases Anaju, no te cases con él por favor - suplico. La cara de Alfred es un poema, todos han notado mi presencia, pero solo él ha escuchado mi súplica. Todos han notado mi presencia menos Anaju, que sigue de espaldas a mí. Todos los invitados están esperando a diga algo, pero me he quedado en blanco. Poco a poco Anaju se va dando la vuelta para encontrarse conmigo.

- Hugo - no sé descifrar el tono de su voz. Y tampoco se descifrar su mirada - has... has venido. Por qué?

No me salían las palabras, no sabía que decir. En mi imaginación todo parecía más fácil, pero no lo era. 'No te cases Anaju'. Cuatro palabras que ahora era incapaz de verbalizar. Siento como todos los ojos se fijan en mi, esperando a que diga o haga algo. Me hago pequeño. Qué momento más inoportuno para tener pánico escénico.

- Hugo, vete, no lo jodas más - dice Alfred, con su característica pedantería, que me saca de quicio.

- No, no me voy a ir. - Digo sorprendido por el hecho que haya sido capaz de articular seis palabras.

- Hugo qué quieres? - pregunta Anaju. Sigo siendo incapaz de descifrar como se siente, qué le pasa por la cabeza.

- Quiero... quiero.... quiero todo contigo. No te cases Anaju por favor. No lo hagas. O si lo haces que sea conmigo. Cásate conmigo Anaju.

- Hugo... no. Es demasiado tarde. Vete por favor. No interrumpas el día más feliz de mi vida.

- Anaju no es tarde. Nunca es tarde. De verdad hoy es el día más feliz de tu vida? Más feliz que cuando te cante 'Vas a quedarte' en la academia? Más feliz que el día que me plante en Barcelona para vivir contigo? Más feliz que el día en que nos dieron las llaves de nuestro piso en La Latina? Más feliz que cuando fuimos a Tailandia? Y a la India? Los karts en Alcañiz?

- Hugo

- Anaju no, déjame hablar. Déjame que te diga todo lo que has querido escuchar. No eres sólo una amiga para mí. Nunca lo has sido. Nunca fuiste sólo sexo. Nunca. Y me jode que pensarás así y que lo sigas pensando. Claro que estaba celoso, cuando me dijiste que estabas empezando con Alfred. Y lo sigo estando, pero yo pensaba que para ti sólo era un amigo. Eso parecía no? Pero no era, no lo es Anaju. Ojalá ese día te hubiese dicho que sí estaba celoso, que empezar una relación con este era una estupidez. Ojalá hoy te estuvieses casando conmigo. Ojalá hace dos meses cuando viniste a mi casa, te hubiese parado los pies. Desde el día en que volvimos a cantar Señorita en el reencuentro he pensado en ti, he pensado en nuestra segunda parte, porque lo sabes, sabes que nuestra historia necesita una segunda parte. Te quiero Anaju, te he querido siempre, desde que nos conocimos en los baños del casting final. Anaju por favor, no te cases.

- Hugo vete - dice Alfred. Noto el pánico en sus ojos, quizás no está tan seguro de lo que siente Anaju por él, de si realmente quiere casarse con él. Al fin y al cabo yo siempre he sido su debilidad. Quizás se acaba de enterar de la visita a mi piso hace dos meses.

- Qué me lo diga ella! - intento controlar mi enfado, pero con Alfred soy incapaz. Me ha sacado de mis casillas desde el primer día que lo conocí. Puto niñato.

- Hugo, lo siento, es demasiado tarde - es ella quién habla pero sigue sin pedirme que me vaya.

- Anaju dime que quieres casarte con él. Dime que no me quieres. Dime que me vaya y me voy. - Me planto con los brazos cruzados en medio del pasillo esperando su respuesta.

Soy yoWhere stories live. Discover now