El aula de castigo y una carrera de ¿Motos?

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Capítulo 04.

Viernes 27 de septiembre del 2019.

Víctor dejo caer su mochila en el suelo del aula de castigo.

Supongo que se preguntaran que hace aquí si tiene pinta de ser un tío súper bueno, un gran al...

Vale, lo confieso,  lo pillaron intentándose fugar ayer de la clase de literatura y por ende se tiene que quedar aquí durante seis recreos. 

La puerta del aula cuatrocientos cincuenta, dónde todos los recreos éramos encerrados como peligrosos criminales, se volvió a abrir, dejando entrar a un flujo de alumnos que como Víctor y  Andrea habían sido castigados.

Y bueno ¿Por qué castigarían a Andrea? 

Fácil.

Ella, Lisa, Rebecca, Julia y Jane le rompieron el coche a Tadeo y le hicieron unas bonitas pintadas y como las demás tenían las piernas más largas que las de nuestra protagonista consiguieron huir y pues claro pillaron solo a la "paticorta" y así había sido como había llegado hasta esa Tierra de nadie que era el aula cuatrocientos cincuenta. 

Andrea y Víctor hacía algunos días que no mantenían una conversación, a menos a solas, ambos seguían un poco abochornados por lo que casi pasa hace unos días en la cocina de su casa. 

Por desgracia para él tuvo que ocupar el sitio que estaba a la izquierda de su ex, ya que no había ningún otro.

Este le dedico una sonrisa tímida y se dispuso a sacar a algunos libros para no tener que mirarla, idea que desecho enseguida quería saber porque estaba castigada y lo iba a hacer.

—Hola— susurró Víctor haciendo que Andrea lo mirara—¿Por qué estás aquí?

—Las chicas y yo le rompimos el coche a Tadeo y le hicimos unas bonitas pintadas lo que como ellas tienen las piernas más largas que yo consiguieron huir cuándo oyeron llegar a los profesores, así que claro me pillaron a mi sola y como no soy una chivata tengo que venir aquí todos los recreos durante un mes y pagar la reparación de su coche— le explicó la morena aunque yo ya lo conté antes así que ¡Gracias por nada!

—Tu padre te va a asesinar—asintió con bastante convicción.

—No se va a enterar, llegue a un acuerdo con el director de que no llamaría a casa si en tres días conseguía tener el coche de Tadeo arreglado—contesto, dándome información que no sabía...

Espera, continua Pindter retiro lo dicho.

—¿Cómo harás?—alzó una ceja nuestro protagonista, casi tan intrigado como yo.

—Tengo un amigo mecánico que me debe un par de favores así que se lo arreglara, lo recoge hoy.

—Tienes contactos—sonrió vacilante—Ahora te ganarás el respeto de todos los encerrados— ambos rieron.

—¿Y tú por aquí?, ¿Te pillaron haciendo el porreta?—preguntó con cierta sorna.

Aunque ya Aaron la había avisado de que Víctor pasaría un par de recreos por esa pequeña prisión y el motivo.

—Sabes de sobra que no fumo, me pillaron intentándome fugar de clase de literatura ayer y por eso estoy super castigado sin móvil ni nada, no corrí la suerte de que no llamaran a casa.

—Uff—se comenzó a reír sonoramente— Lo siento mucho, quizás si te pusieras tetas...

—Que graciosa estas hoy—negó con la cabeza—Oye...¿Y Tadeo te ha molestado más o así?

Huyendo del amor.Where stories live. Discover now