Huyendo del amor.

Los estatales.

Capítulo 16.

Viernes 13 de marzo del 2020.

Habían pasado prácticamente dos meses desde la llegada de Chloe, había vuelto a la normalidad al Anchor Beach y había recuperado su amistad con Aaron, algo que deseaba con todo su corazón.

Al igual que el joven futbolista.

Pero ¿Podrían hacerlo sin despertar viejos sentimientos? Dios sabrá.

Todas las parejas secundarias estaban bien, aunque últimamente Ashton no le generase muy buena opinión a Andrea ya que Julia, según su criterio, le hacía muchos favores económicos.

Se que les ha gustado saber un poco más de los demás, de sus emociones y de sus relaciones, pero hay que volver a lo que nos ha traído, contar la historia de nuestros queridos protagonistas.

Andrea y Víctor estaban muy bien, a veces discutían.

Como hicieron en el coche, de camino a los estatales, bajo la atenta mirada de James, que hasta que no cuente su historia no sabrán si vino solo de apoyo a su hermano y cuñada/hermanastra o porque se clasifico, Aaron y Rebecca-qué había conseguido venir mintiendo a los padres de esta-.

—Nos dejaste horas aquí—comento Andrea mientras se cruzaba de brazos—Te paraste en la Farmacia, tardaste un montón y nosotros asándonos con él sol este de mierda. Y tan siquiera me compraste lo que te pedí.

Víctor abrió mucho los ojos mientras conducía, se le había olvidado coger el agua micelar que le había pedido su chica, así que se dispuso a usar la vieja confiable.

—No había—pronunció.

Y se preguntarán, ¿Qué hacían en la Farmacia? 

Pues supuestamente a Víctor nada más llegar le pico una araña y al ir al médico, porque se empezó a encontrar mal, le recomendó una pomada por si se le infectaba y todo eso sin tan siquiera haber pisado el hotel.

—Estoy segura de que tan siquiera te acordaste—pronunció por lo bajo está mientras se cruzaba de brazos.

—O sea, ¿Sólo te importa lo tuyo?—la miró por dos segundos y miró a la carretera haciendo que James, Rebe y Aaron guardarán silencio.

—Claro que no Víctor, saliste tú y me preguntaste ¿Anny quieres algo? Y siempre haces lo mismo, no sé para que me preguntas si nunca te acuerdas de nada—replicó esta.

—No si, me pica la araña a mí y eres tú la que trae el veneno. Llegó haber sabido esto y mejor te dejaba antes en el hotel y no hubieras venido—sentenció.

Todos abrieron los ojos.

Mierda lo dijo.

Dijo lo que nunca se le debe decir a nadie cuándo está evidentemente más que cabreado.

—Aparca el coche—pidió haciendo que su novio se quedará confuso e hiciera lo que esta le pedía—Me voy, chao—se bajo del coche mientras todos fruncían el ceño—¿No es que mejor no hubiera venido? Pues adiós, ya me busco yo sola la vida—comenzó a caminar.

—Ay Andrea—comenzó a conducir lentamente—Súbete, no seas niñata.

—Siempre tengo que estar aguantando tus putos berrinches—negó con la cabeza.

—¿Te puedes subir Andrea? Por favor—pidió nuevamente.

—Pues no, yo me voy solita al hotel.

Andrea es que enfadada no escuchaba ni a sus padres, ¿De verdad Víctor creía que lo iba a escuchar a él?

Tras dos advertencias de que allí la iba a dejar arranco el coche y siguió conduciendo con los demás.