Infarto.

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Capítulo 21.

Jueves 9 de abril del 2020.

El primo de Andrea, Paul, llegó ese día al hogar de los Pindter/Simpson ya que venía de visita a ver a la familia, Andrea estaba muy emocionada ya que idolatra a su primo al igual que lo hacía Víctor y todos los habitantes de la casa.

Era un cabrón que se hacía querer.

El día en el Anchor Beach empezaba bien para Víctor y Andrea, era la hora del el recreo pero habían conseguido colarse en el departamento de fotografía en el cual había una fotocopiadora gigante dónde estaba la nadadora rodeando el cuello del jugador de baloncesto y ahí compartieron un beso bastante intenso.

—¿Qué tal el día?—se intereso Víctor por los sucesos en la vida de su chica.

—Bien—sonrió—Normal—unió sus labios con los suyos mientras este acariciaba su espalda por dentro de la camisa—¿Y el tuyo?

—Normalito, también.

Ambos sonrieron y se siguieron besando, agradecían la calma.

Menos mal que ese día la tuvieron, porque los siguientes iban a ser una montaña rusa emocional como lo habían sido esos últimos diez meses.

En el hogar Pindter/Simpson Paul se había terminado de instalarse en la habitación de invitados, bajó las escaleras en busca de tomar algo para desayunar a media mañana, pero se encontró a Hunter Simpson, era su día libre y fue quién lo recogió en el aeropuerto, pero no tenía buen aspecto y ¿Cómo iba a tenerlo?

Llevaba más de cinco minutos sintiendo una molestia opresiva en su pecho, como si tuviera una indigestión y ni hablar de la presión incomoda que también se hacía dueña de sus hombros, brazos, cuello, mandíbula y espalda.

Iba a pedirle ayuda a Paul, sin duda eran síntomas de un infarto pero no le dio tiempo, se desmayo cayendo de la silla.

—¡Hunter!—exclamó y corrió hacía él.

Paul fue rápido llamo una ambulancia y vieron que estaba sufriendo un infarto, todo fue demasiado rápido en seguida avisaron a Leonard, James, Ares, Víctor y Andrea.

El chico no dejaba de pensar en esos dos últimos, era de las pocas personas cercanas a ellos que no apoyaba la relación, lo sabía porque él y su prima hablaban de todo.

Paul quería mucho a su tío Leonard y sabía cuan decepcionado se sentiría si supiera lo que ocurría con su hija y el de su prometido.

No tardaron todos en llegar, estaban bastante asustados por el estado de salud de Hunter.

—Hola—saludó Zacarias Mitchell nada más salió a dar a la zona de espera.

—Zac, sin rodeos—pidió Leonard—¿Cómo está Hunter?

—Está bien, estable—pronunció haciendo que todos volvieran a respirar con tranquilad—Hunter ha sufrido un infarto agudo de miocardio, se recupera con rapidez y lo suficiente como para poder desempeñar una vida prácticamente normal—sonrió.

—¿Y un infarto por qué?—arqueo las cejas James—Sí papá no tiene antecedentes de ello en su familia.

—Aparte de una cierta predisposición familiar y de la edad también puede ser por el tabaquismo, la hipertensión arterial, la diabetes, las alteraciones de las grasas en sangre, algún disgusto demasiado grave—comenzó a hablar el doctor Mitchell.

Sin duda Paul desconectó de aquella conversación, creía que esa situación mala había llegado para que salvará a su familia, de que evitará que Andrea cometiera un error que lamentaría toda su vida, el haber estado coqueteando y teniendo algo con él quién es su hermanastro.

Huyendo del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora