Dominado por Faith

capitulo 38

MARATÓN 1/3

—Antes de que digas algo —dijo colocando sus manos sobre mis hombros—. Quiero que sepas que fue un completo lio conseguirla.

—¿Acaso tú no lo compraste? —pregunté sorprendida dándome la vuelta para mirarlo.

—No, un amigo del padre de Abigail lo compró, para mi desgracia no lo conozco así que tuve que hacerle una muy buena oferta.

—Pero es solo una pintura, no tenías que—

—Si tenía, un completo desconocido tenía una pintura tuya en su cuarto, eso me colocó muy celoso, aparte yo la había visto primero pero no pude ofertar por culpa de Dan así que en si era mío desde mucho antes.

—¿Fue muy difícil conseguirlo? —pregunté con una sonrisa tonta.

—Fue más difícil que tu aceptaras ser mi novia.

—Entonces sí fue difícil.

—Ven, vamos a descansar un poco.

La habitación de Chris era un sueño, muy parecida a la suite de Cast West pero un poco más grande y espaciosa, con sabanas grises y una gran vista producida por un ventanal.

—Aquí no te puedo colocar contra ese vidrio —dijo ayudándome a desnudarme—. Aquí si te pueden ver.

—¿Y el cuarto de juegos? —pregunté levantando los brazos para que me quitara el suéter.

—¿Quieres conocerlo?

—Sí —admití nerviosa.

—Faith —agarró mi rostro para que lo mirara de frente—. Si entramos al cuarto de juegos no voy a querer salir de ahí hasta que te deje tan agotada que yo sea el que te tenga que sacar de allá cargada, necesitas descansar tanto como yo ¿Está bien? Vamos a dormir un rato, pediremos algo rico para comer a medio día y a las tres de la tarde entraremos a ese cuarto hasta que sienta que es suficiente.

—Bien, pero ¿Tengo que vestirme para dormir?

—No, no tienes —dijo después de pensarlo un rato.

Me cargó y me arrojo sobre su cama, después de un muy caliente show de desnudos de su parte nos metimos juntos debajo de las sábanas y después de muchos besos nos quedamos profundamente dormidos.

Eran las tres de la tarde y estoy completamente desnuda y nerviosa, Chris me había traído una especie de traje completamente extraño y nuevo para mí, un antifaz de encaje que cubría mi rostro, unas correas de cuero que se suponían debían cubrir mis senos y me quedaban tan apretadas que mis senos formaban unos perfectos círculos sobre mi pecho, una diminuta tanga de cuero en la  parte de abajo y unas botas de tacón de cuero que llegaban hasta la mitad de mi muslo, los labios pintados de rojo y perfectamente maquillada, mientras me miraba en el espejo debía admitir que me gustaba como me veía, me sentía sexy y poderosa, solo necesitaba un látigo para complementarlo, la puerta se abrió y Chris apareció elegantemente vestido con traje y corbata.

—¿Lista? —preguntó levantando unas esposas de cuero negro.

—Sí, estoy lista —dije completamente embelesada por su aspecto, si yo me veía poderosa él se veía imponente.

—Acércate —me ordenó.

Lo hice con un poco de titubeo.

—Levanta las muñecas —me volvió a ordenar ¡Rayos! Hace mucho no escuchaba ese tono de voz tan demandante.

Lo hice y él aprisionó mis muñecas, después les colgó una cadena y tiró de ella para que comenzara a caminar, lo hice un poco temblorosa por los enormes tacones que tenia puesto, nos detuvimos frente a una puerta pintada de color negro, se dio la vuelta y me miró, se acercó a mí y me dio un beso.