Dominado por Faith

capitulo 68

Después de colocarme un pantalón clásico, una camiseta de botones y amarrar mi cabello en una cola de caballo salí junto con una elegante Lilyth envuelta en un vestido rojo hacia la oficina principal de la mansión, ella se veía nerviosa, el abuelo a pesar de todo era una persona impredecible y cualquier cosa podría pasar en esa reunión.

—Ayer Dan casi lo arruina todo —murmuró Lilyth enojada.

—Lo sé, supongo que Chris le dijo algo.

—No sé si Chris le dijo algo pero yo si lo hice, él no puede involucrarte a ti en esa disputa de herencia, Chris lo asesinaría si te sucede algo solo por un comentario de ese tonto.

—¿Acaso que podría suceder? —pregunté con el ceño fruncido.

—No tienes idea...

Cuando llegamos a las escaleras ya Chris y su padre estaban ahí esperándonos, inmediatamente los ojos de Chris se posaron en mí y me recorrió con su mirada algo en sus ojos cambió, empezó a apretar los labios y a tragar saliva, estaba excitado, su padre y Lilyth se adelantaron y yo me quedé ahí un momento con mi novio.

—¿Todo bien? —pregunté después de darle un beso.

—Te estas aprovechando de tu situación, Faith, no juegues con el diablo.

Yo sonreí con picardía.

—Es solo una cola de caballo ¿O qué? ¿Te provoca algo?

—Te sorprendería todo lo que esa sola de caballo me provoca hacer, ahora vamos, ya una vez me coloqué duro en frente de tu familia, no quiero hacerlo con la mía.

Ya en la oficina el ambiente se sentía igual que todas las veces que la familia estaba reunida en una sola habitación, tenso e incómodo, mientras esperábamos al abogado todos intercambiaban miradas y no precisamente agradables, cuando la puerta se abrió y el abogado hizo su entrada pude respirar mejor.

—¡Más puntuales que anciano recibiendo pensión! —exclamó el abogado antes de tomar asiento frente al escritorio.

—Deja los chistes y habla, que dijo el abuelo —le pidió Tomas de mal humor.

—Paciencia es virtud de sabios —le replicó Lance mientras abría su portafolio—. Por petición del abuelo su testamento será leído antes de muerto ya que, según él, esta será su última voluntad y nada ni nadie lo hará cambiar de opinión.

—¿Nada ni nadie? Veo que pasaron una mala noche ¿O no Mika? —se burló Fran.

—Si no tienes nada importante que decir por favor no digas nada —le masculló la mujer.

—¿Me dejaran hablar? —preguntó el abogado.

—¡Habla y deja de darle largas al asunto! —le espetó Tomas.

—Bien —el hombre sacó un documento de un sobre—. El señor Chris McGregor Helms ha decidido que para su único hijo varón, Chris McGregor Renate, heredarle todas y cada una de sus sucursales bancarias, dejándolo como único dueño y como petición, capacitar a su hijo Chris McGregor Hart para recibir el puesto cuando lo crea necesario.

—¡¿Qué?! —gritó Dan interrumpiendo al abogado—. ¡¿Es un maldito chiste?!

—¡Siéntate Dan! —le ordenó su madre.

—¿No es suficiente que Chris herede la herencia de mi padre? ¿También heredara el negocio familiar?

—¡Siéntate y cállate Dan! —le espetó su padre con fuerza.

—Prosigo —dijo el abogado—. Para mi sobrino, Tomas McGregor, le heredaré el casino ubicado en Las vegas con la espera de que no lo lleve a la ruina y sepa manejarlo como él le enseño a llevar un negocio en su tiempo.