capitulo 45

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Dormir con fiebre era lo peor de este mundo, estaba sudando como si estuviera metida en un sauna y me ardía la piel como si todo lo que tocara me quemara, cuando llegó Chris una hora y media después yo aún estaba despierta.

—Debemos pegarte un baño —dijo tocándome—. Tienes fiebre otra vez.

—¿La señora Marssel sabe? —pregunté mientras él me ayudaba a colocarme de pie.

—Claro que lo sabe, fue a la primera persona que Gilian llamó apenas supo que estabas enferma.

Caminamos hacia el baño e inmediatamente el agua tocó mi cuerpo tuve que soltar un quejido, el agua a temperatura ambiente contra mi piel ardiente era simplemente doloroso.

Chris agarraba un poco de agua con sus manos y la esparcía por mi espalda tratando de mojarme por completo, cuando ya me dejó de arder el cuerpo y me sentí más cómoda con el agua mi cuerpo se relajó.

Una vez vestida más cómoda y un poco más fresca pude disfrutar más la compañía de Chris, verlo cocinar el almuerzo y estar acostados un rato viendo películas era maravilloso pero verlo trabajar de alguna manera me parecía satisfactorio, era tan organizado con cada papel y se veía tan serio concentrado en su trabajo, nunca en mi vida hubiera pensado que alguien se podría ver sexy mientras trabaja pero él lo consiguió.

—Si sigues mirándome así voy a tener que colocarte una taza para tu baba —habló Chris sin quitar la vista del portátil.

—¿Qué? ¿Te molesta que te mire y que te desvista con la mirada? —pregunté con cierto descaro.

—¿Cómo podría molestarme? —me miró con una sonrisa.

—Entonces te seguiré mirando hasta que acabes.

A las seis treinta de la tarde él aún se encontraba concentrado en sus papeles, yo estaba en el baño, me veía mucho mejor, mis labios habían recuperado su color, mis mejillas lucían con su rubor natural y ya no tenía tantas ojeras, el dolor de garganta persistía pero por lo menos podía respirar, salí del baño para encontrarme con Chris acostado sobre mi cama boca abajo.

—¿Sucede algo? —pregunté sentándome a su lado.

—Mucho trabajo por hoy —dijo sin apartar su rostro de las sábanas—. Necesito un descanso.

—Entonces cocinaré algo —acaricie su cabeza—. Así podrás descansar un poco.

—No —levantó la cabeza—, tú estas enferma —se levantó de la cama—. Yo prepararé algo.

—¿Sabes que puedes preparar? Hay pan para sándwich, tocino, jamón, queso y creo que algo de carne.

—¿Tienes hambre, cierto? —preguntó abrazándome para darme un beso en la frente.

—Sí, la verdad si —dije levantando la mirada—. Aunque deseo más que tú me comas a mí pero eso no se puede ahora.

—No, no se puede —acarició mi cabeza—. No quiero enfermarme, asi que por ahora confórmate con meter un sándwich en tu boca.

—Me conformaré... por ahora.

Dormir entre los brazos de Chris se estaba convirtiendo en un placer para mí, el sonido de su corazón era tan relajante y su aliento rozando contra mi cabeza me tranquilizaba, mi cabeza estaba perfectamente posicionada sobre su pecho y mi pierna sobre la suya, parecíamos un extraño nudo que solo él y yo sabíamos desamarrar.

Cuando desperté me sentía mucho mejor, aun con algo de malestar en la garganta pero del resto me sentía bien, Chris muy amablemente me llevó hasta mi trabajo y se quedó conmigo un rato en mi espacio para cerciorarse de que estuviera bien.

Dominado por FaithWhere stories live. Discover now