CAPITULO 33:

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La lluvia cae con fuerza, la humedad gélida me rodea y las gotas se hacen más grandes. Algunas me salpican, haciéndome temblar inexorablemente.

Las gotas tamborilean rítmicamente contra las hojas de los bananeros. Las flores son rojas y las hojas verdes. Y a pesar de todo, yo miro la entrepierna de CanSheng, tan quieto como una estatua.

–YunSheng...

Me llama con un tono lamentable. La mano que tiene encima de mi cabeza no parece tener la más mínima intención de soltarme. Le maldigo, es un despiadado. Sabes que anhelo un acercamiento suave y que rechazo la violencia. Aprieto los dientes y le bajo la cremallera. Su mano sigue mis movimientos y deambula por mi cuello, barbilla y mejilla.

–Rápido, es incómodo...

La sensualidad de su voz te atrae y el sonido de la lluvia le añade un toque encantador. Nunca he hecho nada como esto, aunque sí he visto vídeos.

Al ver el duro órgano reproductor ante mí, me desaliento. Nunca lo he estudiado con detenimiento, ¿de verdad esta cosa tan enorme me ha penetrado tantas veces? Trago saliva e introduzco su miembro como me han dicho.

Junto las cejas de inmediato al probar un gusto pesado y rico. Me lo empujo como hasta la mitad y me detengo a medio camino, como ausente, sin saber qué hacer. Miro a Ye CanSheng y él me devuelve una mirada entrecerrada que transmite lo mucho que quiere moverse con malicia. La enorme cosa gruesa me llega hasta la boca del estómago, provocándome una nausea.

Ahora mismo, no puedo mover la lengua. Es tan incómodo que quiero escupir su cosa. No sé cómo lo hacen esas mujeres de los vídeos. Empujo la lengua contra su miembro, evitando que llegue más adentro.

Después de este movimiento, oigo la respiración pesada de Ye CanSheng y veo como su abdomen inferior se tensa. Grito un "no" mentalmente pero ya es demasiado tarde. Me coge del cabello y me mantiene la cabeza quieta antes de empujar todo su miembro dentro, sin dejarme intervenir.

Empujo sus muslos para que no duela tanto, pero no puedo usar toda mi fuerza, sentado como estoy en la hamaca. Sólo puedo agarrarle del muslo con una mano y tratar de alejarlo con la otra, mientras él irrumpe en mi boca como le place.

Cada vez me duele más la boca, sin embargo, él se excita más y más, y no deja de entrar y salir de ella. No hay ni pizca de preocupación por mí, sigue igual que siempre, todavía no ha cambiado esa costumbre de hacerte daño para demostrarte su amor.

–Para ya...

Me da la sensación de que ha pasado una eternidad. Me cae la saliva por la esquina de la boca y no deja de hacerme daño. Quiero que todo termine rápido, pero la cosa de mi boca no para en ello.

La lluvia sigue cayendo y el sonido de las gotas chocando contra los objetos que nos rodean se mezclan con mis sollozos y su respiración pesada.

Es una noche desolada, llena de desorden y confusión.

A mi cerebro le empieza a faltar oxígeno, los objetos que tengo delante se vuelven borrosos y el miembro en mi boca va más y más adentro de una forma todavía más y más despiadada. Me coge del cabello y por la barbilla. No hay peor situación que esta.

Me aferro a su ropa para no caerme. Con el tiempo, noto como su miembro empieza a temblar. Cuando me doy cuenta de lo que va a pasar, empujo su cadera con las manos para avisarle de que lo saque de mi boca. Sin embargo, él continúa manteniéndome la cabeza en su sitio.

–¡YunSheng! – pronuncia mi nombre al relajar la cadera.

Empuja su miembro a lo más profundo de mi garganta, saltándome las lágrimas y un chorro de un fluido caliente se dispara por mi garganta como una fuente.

ENFERMIZO TIRÁNICOWhere stories live. Discover now