Capítulo 2

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Mientras estoy pensando en mis cosas, me tropiezo cayendo bruscamente al suelo, me levanto al instante cuando siento que hay alguien justo delante mía. Alzo la mirada y es Adler, se me para el corazón al momento.
-Lo... lo siento... es que... -No sé que decir y me siento estúpida.
-¿Por qué te disculpas? No tienes la culpa de haberte caído. -Dice él sin dejarme acabar la frase.
-Pues yo... no sé... -Se me entrecorta la voz.
Veo como sus cejas se enarcan, teniendo una expresión interrogante.
-Mejor no te rayes. -Me contesta, poniendo final a la "conversación".
Veo como se va alejando, mientras discuto conmigo misma por haberme quedado así sin más. Como acto reflejo me doy prisa hasta llegar al coche.
Durante el camino mi madre me pregunta cómo me ha ido en el instituto y si he almorzado con abundancia, apenas le respondo conscientemente, porque sigo pensando en mi primera conversación con Adler, ¿Cómo he podido ser tan estúpida?
-¿Me estas escuchando? -Mi madre interrumpe mis pensamientos.
-¿Qué? -Respondo al instante.
-Parker ha venido a casa.
-¿Qué? ¿Por qué?
- Ha venido a verte, le he explicado que ahora sales más tarde del instituto.
Parker es un chico al que le gusto o eso dice mi madre, el no me lo ha confirmado, del todo. Tiene mi edad y somos prácticamente vecinos, es decir, que nos conocemos de toda la vida, pero siempre ha ido a una escuela distinta a la mía. Para mi es un muy buen amigo.
-Deberías darle una oportunidad.
- No lo dirás en serio...
- Muy en serio, es un buen chico, aplicado y encantador.
- No es mi tipo, además para mi es como un hermano.
- Pues habla con él, y que surja lo que tenga que surgir.
- No surgirá nada.
Llego a mi casa y voy directamente a mi habitación. El día pasa como de costumbre, aunque me da pereza volver a la rutina, admito que me transmite algo de calma, bueno y estrés. Llamo a Parker después de cenar y nos contamos cómo a ido el día, después de eso me acuesto.

Al día siguiente hago lo mismo de siempre, y para cuando llego al instituto, mis amigas aún no han llegado, así que me pongo a mirar el móvil mientras las espero para evitar cualquier contacto visual con alguien. Cuando llegan mis amigas las miro de arriba abajo, Nicole lleva una camiseta de color verde oscuro que le llega a las rodillas, tiene un estilo muy raro, mi pregunta es: ¿Llevará pantalones? Espero que si, además de eso, lleva unas botas negras. Lina va muy coqueta, siempre utiliza colores vivos y muchos complementos, en lo que siempre me fijo de ella es en sus pendientes, siempre lleva unos distintos, es rara la vez que le ves puestos unos repetidos, los que se ha puesto hoy saltan a la vista.
La mañana transcurre hasta que llega la hora de el almuerzo.
    -¿Sabéis que?  -Pregunta Lina.
    -¿Qué pasa? -Respondo
    -Este viernes va a haber una fiesta en la casa de Joshua, tiene pinta de que va a ser la bomba.
Joshua es uno de los amigos de Adler, lleva muchos piercings y tatuajes, unos pocos más que Adler. Nunca me he hablado con él.
    -Pues muy bien por ellos.
    -¿No vamos a ir?
    -Yo no, si vosotras queréis...
    -El caso es que siempre estamos igual, nunca salimos. Tenemos que salir Minna, vamos a salir y punto. -Me dice Nicole.
    -No es eso, es que no es mi estilo. -Le contesto.
    -Muy bien, pues dime, ¿Cuál es tu estilo? -Se recuesta en la silla y cruza los brazos, mirándome irónicamente.
    -Pues...
    -No lo tienes, ese es el problema.
Mi cabeza da vueltas, no sé qué decir.
    -Parad ya de discutir, vamos a ir, vamos a probar cosas nuevas. -Interrumpe Lina
    -Esta bien. -Respondo vencida.
Nicole hace un gesto de aprobación.

Después del almuerzo, vamos a mi clase más ansiada, optativa, no sé si estoy nerviosa por Adler o porque me gusta la clase, pero me da igual.
    -Buenos días a todos, empezamos fuerte la asignatura con un trabajo de inicio. -Dice el profesor.
Mis amigas y yo nos agarramos de las manos como confirmando que nos vamos a poner juntas.
    -No hace falta que hagáis grupos ni parejas por vosotros mismos, los he hecho yo. Iréis por parejas, he puesto a los más flojos de clase con los más estudiantes, para compensar el dúo. -Dice cortante.
Mis amigas y yo nos sentamos correctamente y nos soltamos las manos, desilusionadas.
Dice todos los nombres con su pareja, hasta que llega a mi.
    -Minna, tu irás con Adler.
Mi cara es un mapa, me sudan las manos e intento no mirar atrás para no ver su cara, pero lo hago, Adler ni se inmuta, como si no estuviera en este mundo.
Mis amigas me miran riéndose y mofándose, yo les tiro una mirada asesina. Me hace mucha ilusión hacer el trabajo con Adler, pero me da mucha vergüenza.
Salimos de clase y llevo cuidado por el pasillo en el cual me caí ayer.
    -Ten cuidado. -Dice alguien con tono irónico. Es Adler.
Me doy la vuelta rápidamente y me centro en él.
    -Eehh, si... -Otra vez no se que responder.
    -¿Cuando quedamos?
    -Eehh ¿Qué? -Se me para el corazón.
    -Para el trabajo. -Me mira fijamente,  analizando mi cara.
    - Ah si, pues cuando te venga mejor.
    - ¿Este viernes en mi casa?
    - Pero... ¿Este viernes no hay una fiesta?
    - Si, claro, pero a las diez de la noche, no pretendía quedarme contigo hasta esa hora. ¿Tú si? -Pone una mirada pícara.
    -¿Qué? No no no, no es eso, no sabía el horario...
    -¿Vas a la fiesta? -Me mira sorprendido.
    -Eso creo.
    -Ah, bueno, pues el viernes en mi casa a las cinco, te pasaré mi ubicación.
    -Genial.
Se va sin decirme adiós, pero yo me voy orgullosa de haber hablado con él "civilizadamente".

Estoy en mi dormitorio organizándome cuando suena la puerta.

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