Al día siguiente salgo del instituto y me dirijo al hospital para saber los resultados de Nicole y verla. Entro a su habitación y veo que tiene una sonrisa en la cara, me alegra mucho verla así.
-Veo que me vas a decir buenas noticias. -La saludo con un abrazo.
-Así es. -Me responde contenta.
-¿Y bien? -Me siento en la cama, a su lado.
-Bueno, evidentemente tengo que guardar reposo, pero no me van a quedar secuelas, todo va fenomenal y dentro de poco me dejarán irme. -Me coge de la mano. Yo sonrío. -Y lo que es más importante. -Prosigue. -El bebé está bien. -Su sonrisa es aún más grande.
-Me alegro muchísimo Nicole, de verdad, estaba tan preocupada. -Le doy otro abrazo. -¿Cuándo te diste cuenta de que querías al bebé? -La miro a los ojos.
-Pues... Cuando supe que podía perderlo. Fue muy duro imaginar que este que está dentro de mí, iba a desaparecer, que no lo iba a conocer... Y fue entonces cuando deseé que el bebé, más que nada, estuviera bien. -Se le cristalizan los ojos.
-Nicole, vas a ser una muy buena madre, y te voy a ayudar en lo que pueda. Me alegro mucho. -Le cojo de la mano. Nicole mira nuestras manos.
-También he tomado otras decisiones...
-¿Cuáles? -Le pregunto. Ella me mira a los ojos.
-Cuando termine el instituto, me iré con mi padre a Irlanda, por un tiempo, el que necesite... Allí estaré mejor para recuperarme de los que me rodean y centrarme en mi hijo o hija. -Analiza mi cara. Yo estoy tan confundida y a la misma vez apenada, no me he separado de ella nunca, siempre ha estado conmigo.
-Yo... -No sé que decir, aparto la mirada. Nicole me coge de la cara para que la mire.
-Por supuesto te visitaré y no voy a estar allí toda la vida. La verdad la idea no me entusiasma, pero... Necesito un tiempo. -Me sonríe débilmente. Por fin, reacciono.
-Por supuesto, te apoyo en esto, estoy de acuerdo en el cambio de aires. Si eso te hace feliz, yo también lo estoy. -Le doy unos toquecitos en las piernas. Va a ser duro estar sin ella, pero lo que necesita en este momento es apoyo, y yo voy a estar ahí.Al salir del hospital me encuentro con una cara conocida, Adler, tiene una aparente cara de cabreo y una venda en la muñeca. Me acerco para saludarlo.
-Hola. -Lo saludo.
-¿Minna? ¿Qué haces aquí? -Me responde.
-He venido a visitar a Nicole.
-Ah. -Responde cortante.
-¿Y tú? ¿Qué haces aquí? -Saco de nuevo conversación.
-Me he abierto la muñeca. -Mira cabreado a su muñeca y después a mi.
-¿Y cuánto tienes que llevar la venda?
-A saber.
-¿No te lo han dicho?
-¿Por qué haces tantas preguntas? -No me mira cabreado, pero si intrigante.
-Solo me preocupo por ti. -Le respondo.
-Ya, claro. -Se ríe.
-¿Qué pasa? ¿Nadie se puede preocupar por ti?
-¿Otra pregunta? -Sonríe.
-¿Otra vez no me respondes? -Cruzo los brazos. Adler se ríe y mira para otro lado.
-Me tengo que ir a guardar "reposo". -Dice irónicamente.
-Si, y yo me voy a asegurar de eso. -Sonrío.
-¿Vas a venir conmigo? -Enarca una ceja.
-Si, si tú quieres... -Miro a mis pies.
-Vamos. -Me coge de la mano y tira de mi hasta su coche.
-¿Vas a conducir con la muñeca así?
-Tú lo has dicho. -Dice subiéndose al coche.
No rechisto y me meto en el coche. Cuando arranca el coche se pone la música automáticamente, a un volumen algo alto para mi gusto. Durante todo el camino apenas hablamos.
Llegamos a su casa o apartamento, no sé muy bien lo que es, y vamos directamente a su habitación. Adler se acuesta en la cama y yo me siento en una silla.
-¿Te vas a sentar ahí? -Me pregunta sonriendo.
-Pues...
-Ven, no te voy a hacer nada. -No me deja terminar.
Me levanto de la silla y me dirijo a la cama. Intento sentarme lentamente, pero Adler me coge de el brazo y me atrae a él. Caigo bruscamente encima suya, él se muerde los labios y yo me coloco al lado suya. Me pongo muy nerviosa cuando estoy así con él. Adler se ríe a carcajadas cuando ve mi reacción.
-Perdón a sido un impulso. -Me dice.
-Pues controla tus impulsos. -Le respondo riéndome. Me doy la vuelta acostada a su lado y noto cómo mi cuerpo roza el suyo.
-Minna... -Gruñe Adler. -Si no quieres... Para de moverte tan cerca.
-Perdón. -Me acomodo. No lo hago intencionadamente, pero me muevo un poco para ponerme cómoda.
Adler me coge de las caderas, me da la vuelta bruscamente y me pone debajo de él.
-Te he dicho que pararas... -Me susurra.
Se nota que se está controlando, y me encanta el efecto que causo en él.
-No lo hago intencionadamente. -Lo miro fijamente.
Yo tampoco me puedo controlar. Cojo sus caderas con mis piernas y me muevo.
-Minna si no quieres... -Me coge de las manos. Y gruñe.
-¿Y si quiero? -No pienso lo que digo, pero él me pone tan nerviosa... Y me gusta tanto.
No pasa ni 1 segundo desde que lo digo y me besa bruscamente, yo lo sigo. Sus manos bajan a mis caderas y me acerca a a las suyas, yo tiro de su pelo, no sé porque lo hago, pero parece que le gusta y lo sigo haciendo. Sus manos rozan los elásticos de mis pantalones.
-¿Puedo? -Me pregunta antes de proseguir.
Yo digo que si con la cabeza sin pensármelo dos veces. Él procede a levantarme la camiseta y quitarse la suya, me besa el cuello hasta mis pechos. Su mano se mete por mi pantalón y me acaricia. No sé exactamente lo que hace pero me encanta, cierro los ojos y él me penetra con sus dedos, sus caricias son delicadas y mi espalda se arquea.
-Adler... -Gimo.
-Te gusta, ¿verdad? -Me dice.
Digo que si con la cabeza. Mis muslos tiemblan y siento que exploto de la pasión, nunca había sentido esto. Adler saca la mano de mi pantalón y se la pone en los labios, después en los míos. Estamos los dos perdidos uno por el otro, Adler se pone al lado mía, pone su brazo sobre mis caderas y nos dormimos.
ESTÁS LEYENDO
Juntos
RomanceUna chica llamada Minna va a un instituto con sus 2 mejores amigas. Está completamente enamorada de el chico "guay" del instituto, pero nadie, solo sus amigas, lo saben. Es una chica que pasa desapercibida en su instituto, pero este año será distint...