Capítulo 30

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2 semanas después.
Escucho el sonido de mi móvil en la mesilla y me incorporo sobre la cama para cogerlo, intuyo que es la alarma y le doy varios toquecillos en la pantalla para que deje de sonar, pero no lo hace.

-Mierda. -Digo casi en un susurro mientras observo mejor el móvil. Es Adler, me está llamando.
Lo cojo.

Aja

Contesto.

¿Cuál es tu excusa?

La voz de Adler es ronca y casi me dan ganas de apartarme el móvil de la oreja.

¿A qué te refieres?

Cierro los ojos. Tengo demasiado sueño.

Te acabas de despertar, eso está claro. Hazte un favor y mira la hora.

De repente abro los ojos como platos. Me aparto sigilosamente el móvil y lo miro con atención para ver la hora. <<Las 10:30>> *Mierda*.

-¡Mierda! -Esta vez grito.

Se supone que debía estar en la universidad a las 9:00. Pero ayer Lina se empeñó en ver 3 películas de Harry Potter. Maldita sea, debí haber insistido en que era un mala idea.

Nos vemos por la tarde.

Adler cuelga secamente.
Aún no me acostumbro a vivir en un apartamento con mi mejor amiga, y esto me influye en los horarios y demás. Por suerte, Adler siempre suele mandarme un mensaje por la mañana cuando él se va a trabajar. Desgraciadamente hoy no he contestado.

-¡Lina! -Me levanto de la cama y le doy palmadas en la espalda para que se despierte.

-Déjame en paz. -Lina se coloca mejor en la almohada.

-Esta bien, yo me voy, porque llegamos ¡2 horas tarde! -Me dirijo hacia al baño para vestirme y arreglarme un poco.

-¿¡Qué!? -Se levanta de un sobresalto y va directa al armario.

-Teníamos que ver las películas, ¿verdad? -Digo incrédula.

Lina no responde.
Nos preparamos y salimos hacia la universidad.

Después de la universidad y de haber comido veo a Lina coger su bolso.

-¿A dónde vas? -Pregunto levantando la vista de mis libros.

-Eehh. -Lina se sonroja.

-No me digas. -La interrumpo. -¿Vas con Dani? -Muevo mis cejas de arriba a abajo.

-Deséame suerte. -Dice mientras cierra la puerta detrás de sí.

Por fin solita y tranquila, algunas veces se agradece este silencio... Pero la mayoría echo de menos mi casa, mi madre, mi rutina pasada... Intento no pensar mucho en ello.

El silencio no dura mucho porque tocan la puerta. Me levanto y la abro con curiosidad. De repente veo un ramo de flores y detrás de él la cara de Parker. Siento como tengo la boca entre abierta.

-¡Parker! Qué sorpresa. -Consigo responder.

-Si... No he tenido tiempo de venir a visitarte, así que hoy por fin he podido. Te he traído esto en son de paz. -Me ofrece el ramo.

Lo cojo y lo pongo encima de mi mesilla de noche. La verdad es que son muy bonitas, resaltan los colores y me quedo embelesada viéndolas.

-No tenias porque... -Respondo mirándolo con una sonrisa.

-Si tenía. -Me corta. -Me alegro de verte. -Su voz suena serena.

-Y yo. -Camino hasta él y lo abrazo.

Es un abrazo real. Siempre me he sentido a gusto con Parker.

-¿Por qué no pasas? -No se ha movido de la entrada desde que ha llegado.

-Yo... Pensaba que era mejor ir a la cafetería. Si te apetece... -Mira a sus pies.

-Ah. Claro, por supuesto. Vamos entonces. -Lo cojo de la mano y nos vamos.

No he parado de reírme en toda la tarde que he pasado con Parker. Ha sido muy agradable. Pero, desgraciadamente, he tenido que volver al apartamento.
Con un último abrazo me despido de Parker y llego a la puerta de mi apartamento.
Entro y estoy tan cansada que tan solo en la entrada me quito los zapatos. Me dirijo hacia mi cama y me preparo el pijama.

-Hola. -Una voz suena detrás de mi.

Doy un sobresalto y miro hacia atrás para descubrir la cara de Adler.

-Adler. -Hago una pausa y me llevo la mano al pecho. -Qué susto me has dado.

Parece no importarle porque avanza hacia a mi.

-¿Dónde estabas? -Su voz no suena serena.

-En la cafetería. -Respondo. Sé que si le digo que estaba con Parker probablemente se cabree.

-¿Con...? -Me pregunta.

-Adler. ¿Enserio me estás preguntando eso? -Lo miro impresionada.

-¿Hay algo de malo? -Ahora está a centímetros de mi.

-Salí de mi casa para ser un poco más independiente. No para que me estén dando la tabarra de con quien he salido.

-¿Qué es...? -Sigue insistiendo.

-¡Parker! -Digo al fin. -He salido con Parker.

Me mira confundido y en un instante puedo ver en sus ojos como lo consume la rabia.

-¿Enserio? ¿Parker?

-¿Te lo deletreo? -Estoy cansada y no tengo ganas de discutir por lo mismo.

-Minna... -Se da la vuelta, se toca el pelo, y vuelve hacia mi. -Sabes lo que Parker quiere y, ¿sigues saliendo con él?

-Ya le expliqué hace tiempo que eso no podía ser y lo entendió, porque estoy saliendo contigo. No te ha hecho nada, no entiendo porque le tienes esa rabia.

-Porque quiere ligarse a mi novia, es solo un ejemplo. -Me mira irónicamente.

Me acerco a él y apoyo mis manos en sus hombros.

-Te quiero. -Le digo.

Su mirada cambia a estar confusa.

-Y yo Minna, pero...

Antes de que pueda terminar la frase, le planto un beso en los labios. Es corto, pero basta para que su mirada se vuelva dulce.

-Minna, estás intentando distraerme...

De nuevo le doy otro beso, pero esta vez más largo. Adler me coge de la cintura y me atrae hacia él. Sus manos acarician mi espalda y sé exactamente lo que intenta. Me separo de él antes de que pueda intentarlo.
Me mira con súplica y me hace un puchero.

-Oh no. No tengo tiempo y me tengo que acostar temprano. -Le doy un toquecito con mi dedo índice en su nariz.

-Entonces deja que duerma contigo. -Yo inclino suavemente la cabeza, replanteándome la idea. -Seguro que Lina no llega hasta tarde y no le importará.

-Esta bien, con tal de que me despiertes. -Sonrío y me acuesto.

JuntosTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon