Juntos

Capítulo 27

Al día siguiente no hago más que dar vueltas en mi habitación, esperando a que llegue mi hermano.
Tocan la puerta, salgo corriendo de mi habitación, recorriendo el largo pasillo, llego a la entrada de la casa y justamente mi padre ya está abriendo la puerta. Cuando abre la puerta, veo el pelo de mi hermano, su cara, a la que dicen que tanto me parezco, va vestido con una sudadera azul marino y unos vaqueros. Tiene una sonrisa muy agradable, y por un momento parece que no se había ido, me vienen recuerdos a la mente, me empieza a picar la nariz, <<No voy a llorar>> Me repito en mi mente.
Mi hermano pasa y abraza a mi padre, dándole golpecitos en la espalda. Seguidamente abraza a mi madre, él lo hace cuidadosamente, pero mi madre lo abraza con fuerza y aún dando grititos de la ilusión. Me quedo embelesada viéndolos, pero de repente me mira, veo esa viveza en sus ojos, esa viveza con la que se fué. Se acerca a mi con los brazos abiertos y yo me lanzo a él. Si lo abrazo fuerte reconforta más, huele exactamente igual, nada a cambiado en él. Nunca hemos sido hermanos cariñosos ni nada por el estilo, pero sabemos lo que nos queremos.

-Lucas, ve a tu habitación y pon la ropa en tu armario. -Dice mi madre.

<<Lucas>> Así se llama mi hermano.

-Voy. -Responde él.

Mientras prepara su habitación, mi madre no para de preguntarle sobre el viaje y sobre su vida allí, en general.
Mañana es navidad y estoy ansiosa por pasarla con él.
No hemos dejado al pobre descansar con tantas preguntas, hasta se le habrá secado la boca.
Tocan la puerta.

-Minna, abre tú. -Me dice mi madre.

Le hago caso y voy.
Para mi sorpresa es Adler. Ver a mi hermano y verlo a él me resulta raro, pero no sé por qué.

-Holaa. -Me dice y me da un beso rápido.

-Hola, no te esperaba hoy. -Respondo.

-Ni ayer. -Sonríe pícaro.

De repente llega mi madre y nos ve.

-Hola. -Se dirige a Adler. -Adler, ¿verdad? -Pregunta mi madre.

-Hola, si. Tú tienes que ser la madre de Minna. -Le ofrece la mano.

-Sandra. -Responde mi madre dándole la mano.

Ambos se sonríen y yo sonrío aunque estoy impresionada.

-Vamos, pasa, no te quedes fuera, hace frío. -Le ofrece mi madre.

-Gracias. -Pasa.

Mi madre se va hacia donde están todos.
Mientras nos acercamos al comedor, le sonrío y le doy la mano.
Todos me miran a mi y a Adler.

-A ver, pues... -Tomo la palabra. -Este es Adler, mi novio. -Termino de decir.

-Encantado de conoceros. -No me puedo creer que Adler esté tan formal.

-¿Tú novio? -Pregunta mi hermano impresionado.

Mi padre se levanta y le da la mano a Adler.

-Bienvenido. -Le dice mi padre.

-Gracias. -Responde Adler con una sonrisa.

Mi hermano se levanta y le da la mano a Adler.

-Soy el hermano de Minna. -Aclara mi hermano.

Se me pasó decirle a Adler que tenía hermano.

-No sabía que tenía un hermano. Os parecéis bastante. -Asegura Adler.

Mi hermano asiente y vuelve al sofá.
Apenas se nota la diferencia de edad de mi hermano y Adler. Mi hermano me saca tres años y medio y Adler es de mi edad.

Pasamos la tarde muy agradable, mejor de lo que esperaba. Mi madre ofrece a Adler comer con nosotros mañana, pero es navidad y Adler come con su familia también, lo bueno es que después vendrá.
Cuando es de noche Adler se va, no hemos podido estar solos, pero a sido maravilloso que conociera a una parte de mi familia.
Voy a acostarme, pero mi hermano entra a mi habitación.

-Se llama a la puerta antes de entrar. -Le riño de broma.

-Lo siento. -Se ríe. -¿Desde cuándo tienes novio? -Me pregunta serio.

-Desde hace unos meses. -Respondo, aunque no es del todo cierto.

-¿Mamá te deja tener novio? -Me pregunta.

-Nunca me lo ha prohibido, es decisión mía. -No sé a dónde quiere llegar.

-Eres muy pequeña para tener novio.

Lo miro extrañada.

    -¿Tú no tienes novia? -Le pregunto. -¿O cuando tenías mi edad?

    -No es lo mismo... -Comienza a decir.

   -¿Por qué? -Le pregunto inmediatamente.

   -Tú... Eres... Muy pequeña.

   -Tengo 19 años y estoy a punto de cumplir 20.

Me mira impresionado.

No me responde, se da la vuelta con la mano en la frente y después me mira de nuevo.

    -Como te haga daño... -Advierte.

    -Eso no va a pasar. -Lo interrumpo.

    -Te lo estoy diciendo en serio. -Me fulmina con los ojos. -Cómo lo haga... Dios sabe que le haré. -Me señala con el dedo y va hacia la puerta para irse. -Descansa. -Sale de la habitación.

    -Igualmente. -Digo abrumada.

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Nota autora:

¡Nuevo capítulo!
Sé que están siendo capítulos cortos, pero estoy bastante ocupada... A pesar de eso estoy esforzándome por sacar tiempo y seguir con la historia :)

"Tener hermanos me enseñó
el verdadero significado de
Amar incondicionalmente."
-anonima_12__

Hasta el próximo capítulo <3