Capítulo 45

346 15 0
                                    

1 semana después.

    -Entonces te encuentras en un punto delicado. -Parker me mira.

    -Se puede decir así. -Desvío la mirada.

Parece que Parker está igual que antes, cuando éramos inseparables.

    -Sabes que me tienes para todo, ¿Verdad? -Me mira sincero.

    -Gracias. -Me entra nostalgia. Este es el Parker que yo echaba de menos.

Parker me abraza, es un abrazo sincero, sin dobles intenciones, y no dudo en devolvérselo. Huele a él, como recordaba. El abrazo me recompone.

    -Creo que necesitas una escapada. -Sugiere Parker.

    -¿Una escapada? -Lo miro confusa.

    -Si, necesitas irte un día y despejarte. Irte, por ejemplo, a 50 Km al norte. -Hace una pausa. -A cualquier sitio que esté algo alejado de aquí.

    -Si. -Se me ilumina la cara. -Claro que si, es una idea genial. -Sonrío.

    -Si, pero no vayas sola. -Me mira directamente a los ojos, advirtiéndome.

    -Tranquilízate, sé cuidarme yo sola. -Enarco una ceja.

    -Lo sé, pero es algo nuevo, ya sabes, es mejor ir acompañado. -Insiste.

    -Tomo nota. -Sonrío.

   -Minna. -Advierte de nuevo.

   -Lo sé, Parker. -Lo miro sincera, a pesar de que pienso ir sola.

Parker se marcha y comienzo a preparar las cosas para irme ya mismo de "escapada".

Horas después.
Ya lo tengo todo preparado y me dirijo al coche. Comienzo a conducir al norte, no sé a dónde iré, voy a improvisar. Tengo la gasolina llena, llevo GPS, el móvil, dinero... Totalmente preparada.
He salido temprano, así que espero que no se me haga de noche.

Una hora y media después.
Llego a una gasolinera y lleno el combustible. Me entra un poco de sueño, por lo que cierro el coche y me acuesto ligeramente en el asiento de atrás.

Me despierto algo desorientada <<Mierda>>. Miro mi móvil, no había programado la alarma. Ya es tarde y es de noche. Me entra un poco el pánico, pero intento relajarme. En el GPS busco un restaurante a la mitad del camino de vuelta a casa, encuentro uno perfecto y me pongo en marcha con música.

Por suerte he avisado a mi madre de que no estaría en casa en todo el día, por lo que no está preocupada. Pero no le he dicho a dónde iba, ni pensaba hacerlo. Mi madre pensaría que es una locura, supongo que le he dado a entender que estaría en el centro comercial o algo así.

Para cuando llego a el restaurante, está lleno. Por lo visto, es mitad discoteca, porque la gente no para de bailar, eso o están celebrando algo.
Entro y espero a que me tomen nota, pero con el ruido de la música y la gente bailando apenas puedo ver un camarero.

    -Hola guapa. -Escucho a mi lado.

Miro a la persona que me habla. Es un chico alto, tiene pinta de estar cerca de los treinta.

    -Hola... -Respondo dudosa.

    -¿Eres nueva? -Enarca una ceja.

    -Yo... -No sé que decirle, no me da demasiada buena espina. -No. -Decido responder.

    -Nunca te había visto por aquí. -Su tono es asqueroso.

    -No suelo venir mucho. -Frunzo los labios.

JuntosWhere stories live. Discover now