Capítulo 40

320 11 0
                                    

Debo hacerlo. Tengo que hacerlo.
Estoy delante de la puerta de Adler, intentado reunir las fuerzas para llamar. Por fin lo hago.
Adler me abre con el pelo despeinado y sin camiseta, por un momento me quedo embelesada viéndolo.

-¿Te gusta lo que ves? -Dice mientras sonríe.

-Eso quisieras. -Digo mientras me abro paso en su apartamento. -Tengo que hablar contigo. -Prosigo.

-Vamos a mi habitación.

Llegamos a su habitación y cierra la puerta detrás de él. Nos quedamos de pie.

-Quería pedirte lo siento. -Comienzo a decir. Adler abre mucho los ojos. -Yo... Me equivoqué. Ya sé que tú no besaste a Tasha. Pero yo estaba muy ciega... Lo siento de verdad. -Miro mis zapatos.

Adler no me responde, solo me da un abrazo, me estrecha hacia su torso.

-Perdonada. -Dice contra mi pelo. -Voy a matar a ese inútil. -Enseguida entiendo que se refiere a Nathan.

-No vayas, por favor. -Lo miro a los ojos. -Ya he hablado yo con él y con Tasha. -Añado.

-Ya veremos. -Responde.

-Me gustaría que todo fuera como antes. -Digo con tono triste.

-¿Y por qué no? -Me aparta el pelo de la cara.

-Porque me siento fatal por desconfiar de ti. Necesito aclararme. -Me pica la nariz, pero no quiero llorar.

-Minna, eso es agua pasada. -Coloca un mechón de pelo detrás de mi oreja.

-Necesitamos tiempo. -Lo miro con sinceridad.

No es lo que quiero, es lo que necesitamos. Necesitamos aclararnos las ideas, saber bien qué queremos si queremos estar juntos. Aunque eso signifique darse un tiempo, aunque eso me encoja el alma...

Me mira extrañado.

-Vale. -Hace una pausa. -Pero necesito hacer esto.

Se abalanza sobre mi y choca sus labios contra los míos. Me besa con ganas y obviamente lo sigo, porque yo también tenía ganas. Se me eriza todo el pelo, esto causa él en mi.
Coloca sus manos en la parte baja de mi espalda, aparentándome más a él. Yo pongo las mías en su pecho y noto el latido de su corazón, que cada vez va a más, al igual que el mío. Nos separamos con las respiraciones agitadas y nos miramos a los ojos.

-Te quiero. -Me dice.

-Y yo a ti. -Respondo.

Adler se aparta de mi y me mira con una sonrisa pícara.

-¿Entonces de momento somos amigos? -Me pregunta.

-Si. -Respondo, aunque me duela afirmarlo.

Adler me recorre todo el cuerpo con la mirada mientras se muerde el labio y siento que me voy a derretir. Me pongo nerviosa.

-Creo que es hora de irme, antes de que se haga más tarde. -Avanzo hasta la puerta, que está a su espalda.

-¿Tan rápido? -Me toca la espalda por debajo de la camiseta, su tacto es suave y se me agita de nuevo la respiración.

-Si... En realidad es tarde... -Digo entrecortadamente ¿Cómo es posible que esté así? Llevo bastante tiempo con él.

-¿Por qué estás nerviosa? No te voy a hacer nada, solo somos amigos. -Sonríe pícaro.

Sonrío cuando lo pillo.

-Sé lo que intentas. -Lo miro.

-Yo no intento nada. -Se acerca a mi hasta que roza mis labios. -Eres tú la que se inventa cosas en la cabeza. -Me coge de la cadera.

Me está volviendo loca, quiero besarlo.
Me quedo callada por un momento.

    -¿Inventar? -Respondo al fin.

    -Si. -Se relame los labios. -La que se cree que esto va a funcionar. -Prosigue.

    -¿Y por qué no? -Lo intento mirar a los ojos, aunque mi mirada se desvía a sus labios carnosos.

<<Es evidente porqué no>> Me recuerda mi conciencia.

    -¿Enserio lo preguntas? -Sonríe.

Asiento.

Adler me coge de la barbilla y me acerca aún más a él si eso es posible.

-Podría darte muchos ejemplos... -Mira mis labios. -Pero uno de ellos, es que tienes la respiración agitada. -Se acerca a mi cuello y le planta un beso. -Y tú corazón late rápido. -Me mira sonriente. -Eso no es propio de amigos. -Siuelta mi barbillas. -Por no decir otras muchas cosas más. -Me mira de arriba abajo.

De repente entiendo a que se refiere y me ruborizo.

     -Lo... Lo pienso hacer. -Hago una pausa. -Pienso... Pienso ser tu amiga. -Apenas logró ser convencible.

Adler niega con la cabeza aún sonriendo.

    -Tú lo has dicho. -Toca un mi brazo con las yemas de sus dedos. -Piensas. -Me guiña un ojo.

No sé qué decir, estoy bloqueada. Todo mi cuerpo está hipnotizado por él.
No respondo.

-¿Necesitas que te acompañe a casa? -Se separa de mi, dejando que respire.

-No. Puedo ir sola. -Reacciono abriendo la puerta.

    -Ni hablar, no vas a ir sola. -Se pone algo serio.

    -Soy mayorcita. -Pongo los ojos en blanco.

Adler me fulmina con la mirada mientras se pone una camiseta.

    -Muy bien. -Suspiro. -No hace falta que me acompañes, le diré a Lina que me recoja en coche. -Digo mientras le mando el mensaje a Lina, me contesta al instante.

    -No te vayas hasta que no esté en la puerta. -Se cruza de brazos.

    -Adler. -Le abro mucho los ojos. -No me van a secuestrar. -Digo con ironía.

    -¿Te cuesta mucho no protestar? -Inclina la cabeza ligeramente.

    -No me gusta obedecer a órdenes. Sobretodo si son estúpidas. -Sonrío con suficiencia.

    -Que pena la verdad. -Se acerca lentamente a mi. -Porque tienes que obedecer. -Vuelve su sonrisa de superioridad.

Niego con la cabeza y cruzo los brazos.

Adler avanza hasta mi y pone su mano al lado de mi cara, apoyada a la pared. Nos miramos unos segundos, hasta que mi  móvil comienza a sonar, interrumpiéndonos.
Lo miro y es Lina, ya está en la puerta.

    -Buenas noches, Adler. -Abro la puerta.

    -Buenas noches, Minna. -Me coge de la cara y me da un beso en la mejilla.

Salgo de su casa apresurada hasta el coche de Lina, quien me recibe con una sonrisa.

    -¿Qué tal ha ido? -Me pregunta.

    -Bastante bien, cuando lleguemos al apartamento te lo cuento. -Sonrío inconscientemente.

Puedo decir que estoy orgullosa de mi misma, aunque esté confundida, estoy satisfecha. Al menos, por hoy.

————~————
Nota autora:
¡Hola chicxs!
Os recuerdo que me podéis dejar vuestras preguntas para responderlas cuanto antes.
Disfrutad el capítulo <3

JuntosWhere stories live. Discover now