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NORA

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— ¿De verdad es necesario? — desvío la mirada de la ventanilla hacia su cara.

— Ya lo hemos hablado Nora...

— Sí, pero no entiendo porque tengo que ir a clases. En primer lugar he estudiado toda mi vida en casa, y segundo sólo me queda un año de estudios ¿por qué apuntarme ahora?

— Porque es diferente. No estamos en España y este cambio nos afecta a todos, además no hemos tenido tiempo de buscarte un profesor particular.

Suspiro viendo de lejos lo que será mi instituto y segundos después Melanie aparca.

— No será para tanto amor — me pasa la mano por la mejilla.

Asiento sin más opción, bajo del coche y me despido de ella.

Nunca antes he tenido esa sensación de nervios por descubrir a tus compañeros de curso y es algo totalmente nuevo para mi.

Recorro el lugar desierto por las horas y me acuerdo dónde es la clase a la que me tengo que dirigir gracias a la visita que me brindaron los directores.

Las clases empezaron hace dos meses pero dada mi situación me aceptaron sin problemas.

La puerta está abierta así que entro sin llamar, dentro esperan dos alumnos: una chica pelirroja bastante mona que está sacando el material y un chico de expresión seria que mira atentamente su teléfono.

Me quedo parada mientras decido, ¿me siento delante, en medio o al final? Después de ver los pros y los contras de cada opción me decanto por el medio así que ando hasta allí y dejo la mochila en el suelo.

— Eh, perdona — el chico del teléfono ahora me observa a mi. — Está ocupado.

Él está en un punta de la fila y yo pretendía sentarme en la otra.

— ¿Toda la fila?

— Sí, toda la fila.

Susurro un vale y me doy la vuelta dispuesta a colocarme atrás cuando escucho a la pelirroja.

— Si gustas puedes sentarte aquí — agradezco su invitación y me instalo a su lado. — Me llamo Kylie.

— Yo Nora — sonrío.

— ¿Eres nueva? No te había visto antes.

— Sí, me acabo de mudar.

No nos da tiempo a hablar mucho más porque la clase se llena de adolescentes y la fila supuestamente ocupada se completa de chicos.

Minutos después llega el profesor.

٭٭٭

Por suerte Kylie y yo compartimos la mayoría de clases y entre parón y parón he podido saber más sobre ella. Su madre es de Marruecos y de ella heredó sus rizos pelirrojos, en cambio su padre es argentino y nació en España. Vive aquí porque su padre tiene la patria potestad, de vez en cuando su madre la visita y está repitiendo curso por lo que es un año mayor que yo.

Caminamos hacia el aparcamiento donde visualizo el coche de Melanie parado donde me dejó horas antes.

— ¿Vas andando?

— Sí, mi casa no queda lejos de aquí, ¿y tú?

— Me vienen a recoger — señalo el carro negro que está a unos metros de nosotras.

— Genial pues nos vemos mañana — me da un beso en la mejilla y empieza a caminar.

— Hasta mañana.

La imito y ando hasta el coche donde Melanie me espera con una sonrisa en la cara.

— ¿Has superado tu primer día? — me mira interesada.

— He superado mi primer día — respondo con una sonrisa en el rostro.

tenías que ser tú; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora