29

2.3K 122 5
                                    

NORA

❁══════❁

Estoy andando por una calle vacía con las Converse en la mano y el rímel corrido de tanto llorar, si alguien llega a verme no me extrañaría que saliese corriendo.

Me siento en el banco más cercano,  saco el móvil para ver la hora pero está apagado y sabiendo lo que me voy a encontrar lo enciendo, cientos de notificaciones se hacen presentes.

Son las cinco y dos de la madrugada.

Se acumulan las llamadas perdidas, mensajes de texto, de voz...

Pero antes de borrar todo abro su chat insconcientemente.

Mateo <3

sé que estás enfadada pero
por favor contesta el teléfono

necesito saber que estás bien

llevo toda la noche buscándote me
estoy empezando a preocupar

nena por favor, háblame

El último mensaje lo envío hace veinte minutos.

Gotitas de agua aterrizan en la pantalla y miro al cielo, de un momento a otro se han formado grandes nubes grises.

Guardo el dispositivo, me pongo los zapatos y deshago el camino por el que he venido.

La lluvia cae con fuerza y de vez en cuando se escuchan truenos que anuncian la llegada inminente de los rayos, que oportuno.

De lejos veo una silueta sentada en la entrada de mi casa y se va formando una persona a medida que me acerco.

Estoy a cinco metros cuando levanta la cabeza.

— Nora — se levanta y se acerca con la intención de abrazarme pero me aparto.

— ¿Qué haces aquí?

Mateo me mira y nos quedamos en un silencio que solo rompen las gotas que caen violentamente contra el suelo.

— ¿Podemos hablar?

— Quiero entrar — está en medio de la puerta.

— No fui yo quien se lo dijo a Martina.

— Échate a un lado, ¿quieres? — digo notando como se me agota la paciencia.

— ¡No te voy a dejar ir joder, no hasta que me escuches!

Cierro los ojos y cuento hasta tres, ¿no se quiere ir?

Perfecto, doy media vuelta y camino de nuevo entre la lluvia.

— ¿Qué haces? Espera... ¡Nora!

Hago oídos sordos y sigo andando.

No tengo ni puta idea de hacia donde voy y es muy posible que termine con hipotermia a causa del frío, pero ahora mismo me importa muy poco.

Su mano me agarra el brazo haciendo que gire el cuerpo.

— No me toques — intento que me suelte.

— Te estás comportando como una niña pequeña, ¿quieres dejar de huir y escucharme de una puta vez?

— ¿Cómo una niña pequeña? — grito a medida que mi ira va aumentando. — ¡Compartí contigo una parte muy importante de mi vida y lo primero que hiciste fue contárselo a ella!

— Sé que me he equivocado pero las cosas no son como te piensas.

— Me importa una mierda, no quiero tus explicaciones.

— A mi no, no quiero perderte.

Me rio amargamente.

— ¿Por que todavía no te has acostado conmigo? ¿Por eso?

Me mira con el ceño fruncido.

— ¿Qué?

— No me busques más Mateo, se acabo. Vete con Martina o con quien te dé la gana pero a mi, déjame en paz — se me quiebra la voz una vez más.

— No te vas a librar tan fácilmente de mi Nora. No quiero estar con ella, nunca lo quise. Estoy enamorado de ti.

Niego con la cabeza aguantándome las ganas de llorar.

— No eres de compromisos, ¿por qué lo intentarías conmigo? — pregunto recordando la frase que tantas personas me han dicho.

— Porque es contigo nena, solo tú has conseguido que quiera ser el novio perfecto.

Acerca sus manos a mis mejillas y cierro los ojos un instante ante el contacto.

— No me dejes, te necesito — le miro y una lágrima camuflada por la lluvia se desliza por su rostro.

— Me fallaste cuando pensé que nunca lo harías — me separo y corro hacia la puerta de mi casa.

Abro y cierro en menos de un segundo.

Una vez dentro me deslizo hasta el suelo, me abrazo las piernas con mi cabeza escondida entre mis brazos y dejo de sostener las lágrimas que amenazaban con salir.

tenías que ser tú; truenoWhere stories live. Discover now