tenías que ser tú; trueno

06

NORA

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El despertador empieza a sonar y yo maldigo el momento en el que se me ocurrió trasnochar. Lo apago de un golpe y me dirijo al baño donde me aseo, elijo una vestimenta, preparo la mochila y bajo a desayunar. En la mesa ya me espera mi desayuno, por lo que le doy las gracias a Melanie y empiezo a comer. Mientras ellos comentan las noticias, yo saco el móvil y entro a Instagram.

Durante la noche me ha empezado a seguir muchísima gente y el direct lo tengo lleno de mensajes. Extrañada miro las notificaciones en un intento de averiguar de dónde viene el interés repentino por mi perfil y no me cuesta mucho descubrir el motivo.

@trueno ha comenzado a seguirte.

La mayoría de personas que empezaron a seguirme son cuentas dedicadas a él, por lo que intuyo que con los mensajes será igual. Le devuelvo el follow y abro un chat al azar.

— Nora, deja el teléfono y termina de desayunar sino quieres llegar tarde.

Echo un vistazo a la hora y le doy la razón a Óscar, ya leeré los mensajes luego.

Quince minutos después me despido de ellos y salgo de casa. Empiezo a caminar cerciorandóme de que llego a tiempo cuando escucho mi nombre, me giro y veo a Camilo acompañado de Mateo corriendo ambos hacia mi posición.

— Hola — les saludo cuando llegan.

— ¿Qué hay? — responde Camilo.

Nos ponemos rumbo al instituto los tres en un silencio cómodo, nada forzado.

— Me ha dicho Mateo que explicas muy bien, acudiremos en tu ayuda más veces — habla Camilo rompiendo el silencio.

— Avisadme antes para tener palomitas de sobra — me rio y ellos me acompañan.

— Mateo, ¿tú también vives por aquí? — le miro.

— Más o menos, vivo unas calles más abajo.

Asiento sin ubicarme, aún no conozco bien los alrededores.

— Vive en el barrio de la Boca, el de los dos puentes — explica Camilo.

— Hmm... No me suena — reconozco.

— Pues deberías, es un lugar muy agradable... Mateo, ¿por qué no se lo enseñas?

— No, no hace falt... — me interrumpe.

— Claro, ¿esta tarde?

Acepto la invitación con un vale y llegamos al instituto.

Nos metemos en clase y una vez más, Kylie flipa. Le explico que Camilo es mi vecino y que me los he encontrado mientras venía.

— Joder chica, que suerte la tuya — sonríe.

Mentiría si dijera que no estoy nerviosa por lo de esta tarde. Me hace ilusión ver más lugares ya que desde que llegué solo me he centrado en conocer los sitios clave, un poco de turismo no me vendrá mal.

La jornada termina sin ningún percance y me dirijo a casa, esta vez sola, a prepararme. En el camino me llega un mensaje de Mateo el cual abro.

Mateo <3

paso a por ti a las 7?

Okey :)

genial pues ahora nos vemos

Bloqueo el móvil y entro en casa, faltan cuatro horas para mi encuentro con Mateo.