Destino: Arréglame el alma

Capítulo 10

Jin

Mi ánimo es extremadamente bueno el día de hoy, a pesar de tener mucho trabajo, no me puedo quitar la sonrisa de mi rostro, el último mensaje de Majo me hizo feliz. Tiene media hora que llegue al trabajo y no puedo concentrarme del todo. Saco mi celular, me tomo una foto y se la envío con un mensaje.

*Mi ego dice.. Buenos días!
¿Tienes tiempo hoy, después de las cinco? Ten un lindo día!*

Me pongo a trabajar, lo mejor de todo es que hoy es miércoles, tengo mucho trabajo, pero ya casi termina la semana. Mi teléfono vibra en mi escritorio. Lo agarro y lo desbloqueo mientras le doy un trago a mi café. En cuanto abro el mensaje escupo el café en mi computadora, estoy tosiendo como loco, gracias a que casi me ahogo. Una foto en blanco y negro de ella, sale en la pantalla de mi celular, la mitad de su rostro sale en la cámara y la otra mitad está escondido en su almohada, aun está acostada y se ve hermosa.

*Tengo semana libre, voy despertando.
El día que tu digas está bien para mí.
Tu ego tiene buena pinta🤭*

La sonrisa en mi rostro se hizo más amplia.

*Entonces a las cinco, en...
¿la plaza? *

Es medio día y aun no me responde el mensaje. ¿Y si ya no me quiere ver?. Esto me esta volviendo loco.

*¿Todo bien?*

Diez minutos más tarde mi padre me manda a llamar a su oficina. Toco su puerta y me grita que pase. Mi padre es una excelente persona, es muy cariñoso conmigo al igual que mi madre.

-Hola, papá!- fui a su asiento y le di un beso.
-Hola hijo, ¿cómo estas?
-Bien, a veces siento que trabajo mucho y el dueño no me paga lo suficiente- sonreí - además siento el rostro de la empresa debería ganar más, ¿No crees? - mi padre empezó a reír y movía la cabeza de un lado a otro.
-Vaya! Tengo aquí a un empleado inconforme ¿Qué puedo hacer al respecto?- se rasco la barbilla -tienes tres opciones. -empezó a enumerarlas con sus dedos - Uno, puedes renunciar por inconformidad, te liquidarse bien. Dos, puedo pagarte más, pero eso aumentará tus horas de trabajo. Tres, vienes a cenar a casa y no le digo a tu madre que has estado evitandola.
-Pero eso es mentira.- dije.
-Lo que tú dijiste no es del todo verdad.- se empezó a reír.
-¿No puedo ganarte una, eh?- me reí junto con él. Mi padre era de esos señores que se creen jóvenes aún, es muy gracioso y muy inteligente, todo lo que tiene, su empresa, su dinero, todo lo logró él solo, a pesar de tenerlo todo es la persona más amable que conozco, con sus empleados y con todo el mundo, estoy muy orgulloso de él y no se diga de mi madre, ella es un amor.

El teléfono de mi padre sonó, me levantó un dedo para decirme que esperara un segundo. Revisé mi celular y tenía un mensaje de Majo

*Todo bien o eso creo. Si el pollo esta totalmente negro ¿Aún sirve?*

La sonrisa regreso a mi rostro.

*¿Segura que estás bien? 🤔
El pollo negro me hace pensar lo contrario*

La respuesta llegó inmediatamente y en seguida un segundo mensaje.

*¿Te estás burlando de mí ? ¿O tal vez tu ego sigue enviándome mensajes?*

*¿Sabes cocinar? ¿De verdad, el pollo ya no se salva?🥺*

Mi padre colgó y guarde de nuevo mi celular.

-¿Cómo se llama?- me pregunto mi papá.
-¿Quién?- dije sin saber de que hablaba.
-La chica- volteo a ver mi celular -¿Cómo se llama?
-Ah!, se llama Majo, tiene poco que la conozco.
-Pareciera que llevan saliendo semanas.
-¿Por qué piensas eso?- pregunté intrigado.
-Bueno, esa sonrisa que pones de tonto, la ponía yo con tu madre cuando empezamos a salir.
-La verdad es que tenemos un día de conocernos, pero ya nos habíamos visto hace tiempo. Me gusta mucho, papá.
-Entonces, ya que sepas como van las cosas, deberías llevarla a casa. Aúnque no la lleves tu deberías ir, tu madre está molesta contigo, porque no la has visitado en mucho tiempo.
-Lo sé, papá. Jimin tuvo problemas y se estuvo quedando conmigo, no podía dejarlo solo. Prometo que pasaré pronto- suspire -¿De eso era de lo que querías hablarme?
-Si, le prometí a tu madre que hablaría contigo- se levantó de su silla.
-por lo que veo tú tienes cosas que hacer, deberías salir temprano hoy.
-¿De verdad?. Ah! Siempre supe que lo guapo lo había sacado de ti. Me voy.- dije levantándome de la silla- Te amo papá, más tarde le hablaré a mamá.- Salí corriendo, entré a mí oficina y tomé mis cosas. Subí al auto y antes de arrancar le mandé mensaje.

*Te veo en la plaza en diez minutos, no vayas a dejar la estufa encendida*