Capítulo 16

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Majo

Son las tres de la mañana y unos gritos me despiertan de repente , trato de despertar bien para que mi cerebro pueda procesar lo que esta pasando, escucho otro grito y algo que se rompe. Despierto de golpe y salgo de la habitación, todas las luces están encendidas, llego a la sala de estar, hay botellas de vino tiradas en el suelo y varios objetos como, los cojines de la sala, libros, portaretratos, también están regados por todo el lugar. Giro hacia la izquierda rumbo a la cocina y a la entrada hay una botella rota y la madre de Jin está agachada recogiendo los pedazos de vidrio con la mano. Corro a ayudarla y cuando me agacho a su lado ella voltea a verme, tiene los ojos rojos y esta llorando en silencio, al verme se lleva una mano a la boca y empieza a sollozar.

-¿Que sucede? ¿Está usted bien?- se sentó en el suelo y siguió llorando- Yo limpio, siéntese.- La levante del brazo y la senté en una silla.
-Ve con él, por favor- me pidió aún con lagrimas, su voz sonaba desesperada - No lo dejes hacer una locura.- me señaló la puerta que daba hacia el jardín trasero.

Las pequeñas luces alumbraba el jardín, pero aún así no lograba ver a nadie. La señora Kim no me dijo de quien hablaba pero no necesito ser adivina para saber que se trata de Jin, no se que es lo que sucede. Desde que llegamos aquí su actitud ha sido otra, se pone serio o pensativo, su humor parece una montaña rusa y no se si soy la persona indicada para estar aquí, pero al ver a su madre y la forma en la que estaba sufriendo, creo que lo intentaré.

Seguí recorriendo el Jardín hasta llegar a la casa del árbol, había luz al rededor del jardín, pero la casa esta a oscuras. Sigo buscando por los alrededores y un ruido fuerte se escucha dentro de la casita, subo corriendo las escaleras y con la poca luz que entra por las ventanas logro ver a Jin sentado en el suelo, parece que acaba de caer y volteo la mesita de la pequeña cocina.

-Jin!- corrí y me hinque a su lado
-Lisa, ¿Eres tú?- pregunto poniendo su mano en mi mejilla, arrastraba las palabras como si su lengua pesará y su aliento apestaba a alcohol.- Lisa, ¿por qué tardaste tanto en venir? Aquí está tu muñeca- estiro su mano y me entrego la muñeca que vi sobre la mesita esta tarde.- la he cuidado por ti.- tome la muñeca y Jin agarro mi mano.
-Jin, vamos a casa. Necesitas tomar un poco de agua, estas muy ebrio.- lo solté para poderme levantar.
-No!- grito desesperado -No me sueltes. No puedes, ¿Entendiste?, no me puedes volver a soltar.- Jin estaba gritando, sus ojos me veían, pero su mirada estaba perdida. Volví a agarrar su mano y él la llevó a su rostro y de repente empezó a llorar. -Perdóname, por favor perdóname. No debí soltarte, si no lo hubiera hecho no te hubieras ido. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué no me llevaste contigo?- Jin estaba llorando, como un niño pequeño que no encuentra a su mamá, no sabía que hacer. Me senté en el suelo y se recostó, poniendo su cabeza sobre mis piernas. -¿Por qué me dejaste? Debí haberte seguido.- siguió balbuceando hasta que se quedó dormido.

Le acaricie su cabello todo el tiempo que durmió, no se realmente cuanto fue, pero el azul del cielo empezaba a hacerse notar. Se empezó a mover y se levantó poco a poco, aun se veía ebrio pero estaba más tranquilo.

-Jin, vamos a casa- asintió, me levante del suelo y lo ayude a pararse, bajamos las escaleras y lo llevé a casa. Una vez adentro, él se acostó en el sillón y se volvió a dormir. Su madre salió de su habitación y me regalo una sonrisa, pero su sonrisa era triste. Fui con ella a la cocina, se sentó en una silla y se recargo en la mesa tapando su rostro. Camine hacia la estufa y empecé a prepararle un té, mientras el agua se calentaba tome asiento a su lado y acaricie su espalda, no se lo que está pasando pero lo único que podía hacer era intentar consolarla.

-Lo siento mucho!- me dijo -es tu primera vez con nosotros y debería ser una buena experiencia, no tenias porque pasar por todo esto.- las lágrimas salían de sus ojos sin esfuerzo alguno.
-No se preocupe, de verdad no pasa nada.- dije intentando tranquilizarla.
-Cuando quede embarazada, fue realmente toda un fiesta para nosotros, habíamos intentado por años tener un hijo y no habíamos podido, así que cuando tuve tantas náuseas y pensamos que estaba enferma el doctor nos dijo que tenia tres meses de embarazo. Unos meses más adelante nos enteramos que eran gemelos, una niña y un niño. Jin y Lisa, cuando nacieron fue todo un caos, éramos padres primerizos y de dos, corríamos de un lado a otro, los días que él trabajaba y yo me quedaba  sola con ellos todo era un verdadero caos, incluso llegué a llorar cuando llegaba mi esposo a casa y aun así me hacían la persona más feliz del mundo. Decidimos comprar esta casa cuando ellos tenían dos años, un jardín grande donde pudieran correr todo el tiempo, donde yo no tuviera que preocuparme por los autos y todos los peligros de una ciudad.- La señora Kim volvió a llorar, su llanto tenía mucho dolor y yo no podía hacer nada por ayudarla, se cubrió su boca con una mano, se disculpo y corrió a su habitación. Me levante y apague la estufa, voltee a la entrada de la cocina y Jin estaba recargado en el marco de la puerta viéndome.

-Vamos.- estiró su mano y me llevó de nuevo al jardín.

Destino: Arréglame el almaWhere stories live. Discover now