Capítulo 11

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Majo

Voy camino a la plaza después de haber recibido el mensaje de Jin. Me siento triste, al parece mi torpeza no fue mucho de su agrado y ya quiere de vuelta su bufanda, después de esto no volveremos a hablar. Fue lindo pensar que podríamos llegar a conocernos más, pero la verdad es que él parece venir de una familia bien acomodada socialmente hablando, ni cerca de lo que yo puedo tener. En fin, en algún punto esto quedará como una bonita experiencia.

Hoy hace algo de frío, así que me puse un bonito suéter que me regalo mi hermana en mi último cumpleaños, tengo que regresarle su bufanda a Jin y eso me recuerda que debo comprar una, aunque ya casi termina el frío si no la compro ahorita problamenete el siguiente invierno pasare por lo mismo.

Llegó a la plaza y frente a la tienda donde nos chocamos, está Jin recargado en la parte delantera de su auto, me paro frente a él y saco su bufanda de mi bolso y estiro mi brazo para entregarsela.

-Hola, Jin! Disculpa por hacerte esperar. Aquí tienes- Jin la tomó y me volteo a ver, su mirada era seria. Tal vez hice algo que lo molesto.
-¿Tan rápido te quieres deshacer de mi?- me dijo, se levantó y me puso la bufanda, tomó mi mano y caminamos hacia el super. Sus pasos eran largos y yo venía casi corriendo detrás de él.

-Espera.. Jin, espera!- me detuve y jale mi mano.- ¿Qué pasa? ¿Hice algo que te molesto?- el suspiro fuerte y negó con la cabeza
-Solo entremos a comprar, te ayudare a hacer pollo sin que se ponga negro.- tomo mi mano de nuevo y camino más lento.

Estamos comprando algunas cosas y yo no puedo dejar de pensar en su cambio de actitud. Estoy centrada en mis pensamientos que no me doy cuenta que se detuvo y me choco contra su espalda.

-Lo siento! No me di cuenta que te habías detenido- entrecerro los ojos y acercó su cara a la mía.
-Piensas demasiado, solo estamos comprando la cena- me guiño un ojo y siguió metiendo cosas al carrito.

Después de comprar todo, subimos a su auto y nos dirigimos a mi casa, en el camino le hablé de Mica y él me habló de sus amigos y un poco de sus padres. Le pregunté si tenía hermanos y no contestó, su mirada se volvió fría y dejamos de hablar.

-Pasa- le dije cuando llegamos a casa -puedes dejar todo aquí en la mesa.

Jin se quito su saco y su corbata, desabrocho los puños de su camisa y empezó a doblar una de sus mangas hacia arriba. Todo esto lo hacía mientras me miraba fijamente, comencé a ver a todos lados y él camino hacia mí.

-¿Necesitas algo más?- pregunte nerviosa a causa de su acercamiento.
-Si, necesito que me escuches tres segundos.- me hice para atrás y choque contra la estufa, recargo sus manos en la orilla de la estufa, una de  cada lado, acorralandome. Se agacho un poco para que su cara quedara a la altura de la mía.
-¿Estas molesto? ¿Hice algo mal? - pregunte nerviosa.
-Pasé seis meses buscándote por todos lados.
-Lo siento, si es por tu bufanda aquí tienes.- intente subir una mano para quitármela pero no me dejo hacerlo.
-Déjame hablar, por favor. No lo entiendo, pase seis meses buscándote y parece que a ti te urge deshacerte de mí. No voy a permitir que lo hagas, no tan rápido.
-Pero...
-No hablo de la bufanda Majo, todo este tiempo te buscaba a ti, la bufanda fue un pretexto para poder verte de nuevo, planeaba hacerlo más largo pero hoy llegaste con ella y no supe que hacer.- recargo su frente en la mía.
-Tú habías dicho que en ese lugar te la entregaría, esta mañana que me mensaje para vernos ahí supuse que era para eso. La verdad es que yo también creí que ya no querías saber de mí.- le dije.
-Entonces ¿no pensabas dejar de hablarme?- se alejo un poco para ver mi cara.
-Yo creí que el que quería dejar de hablarme eras tú. Y luego vi tu reacción y de verdad pense que no querías saber nada de mí.- se paro derecho y se agarro la cabeza.
-Lo siento, no quería parecer grosero. Me moleste pensando que no sintieras lo que yo.-me dijo y mi corazón empezó a acelerarse.
-¿Y qué es lo que sientes?
-No lo se- volvió a poner su cara frente a la mía, esta vez un poco más cerca -Simplemente no quiero alejarme de ti.

Nuestros ojos se encontraron, mi corazón latía muy rápido, estaba a punto de besarme y la puerta de la entrada se abrió.

Destino: Arréglame el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora