Destino: Arréglame el alma

Capítulo 28

Majo

La cabeza aún me dolía un poco, pero no me siento tan mal como se supone que debía sentirme. Desperté más temprano, cuando Nam y Jin habían ido a que Jin comiera algo, Lex se quedó conmigo y dijo que empecé a llamar a Jin, ella le habló a una enfermera y cuando la enfermera llegó yo ya había habierto los ojos. Le pedí a Lex que no le dijera a Jin, ella me contó lo que había pasado en la cafetería y como Katherine utilizo a Jin. Cuando los chicos regresaron fingí dormir de nuevo, ellos se fueron y Jin se quedó solo en la habitación conmigo.

Jin me empezó a contar sobre su día, visito a su mamá, es un grosero de primera, pero lo deje pasar por alto, su padre sigue insistiendo con los hijos, lo pasaré por alto también, totalmente. Jin hizo una pausa y me empezó a pedir perdon, se disculpo por todo y comenzó a llorar. Mi corazón se hizo pedazos no debería estar llorando así, pero el sueño me empezó a ganar antes de poder decir algo. No sé cuánto tiempo dormí, pero escuché algunas canciones que me encantan, miré de reojo y Jin estaba en una silla leyendo y de repente tarareaba algun pedazo de la canción. Cerré mis ojos para disfrutar la música y escuche a Jin.

-Por cierto, mi madre dijo que quería que le ayudaras a cocinar- hizo una pausa y no necesito verlo para saber que esta sonriendo -Tuve que contarle lo del pollo negro, no esta bien que mi madre crea que puedes cocinar.- ah no, esta si no la paso por alto, no puede ir por ahí contando ese tipo de cosas, que vergüenza con la señora Kim.
-No... Seas... Grosero..- dije pausadamente, aun sentía mi lengua pesada, mi voz estaba adormilada, tenia varios días sin hablar y los medicamentos me provocaban mucho sueño. Sus ojos se abrieron mucho, estaba sorprendido. Se levantó de la silla de un salto y se sentó a mi lado en la cama.
-Nena, ¿cómo estas?, no hables. Iré por la enfermera.- no tardo ni un minuto y ya estaba de vuelta -Nena, ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?
-No- dije y negué con la cabeza al darme cuenta que mi voz estaba un poco baja.

Las enfermeras entraron y le pidieron a Jin que les diera espacio, checaron mis signos vitales y me hicieron preguntas. Preguntaron mi nombre, edad, dirección, si tenía hermanos, mis padres, cosas que indicaran que no tenía problemas de memoria.

-Me podría decir ¿Qué parentesco tiene con él?- la enfermera señaló a Jin. Observe a Jin un instante, conociéndolo bien se lo que contestó a esto.
-Soy su prometida- dije y vi de reojo a Jin, abrió los ojos y casi le da un ataque de tos. Las enfermeras terminaron de revisarme y se fueron.
-No te emociones Kim, aun no te perdono- le dije hablándole por su apellido.
-¿Por qué dijiste eso?- me pregunto Jin.¿Cómo supiste que había dicho que eras mi prometida?
-Sabía que tu ego había venido contigo.- puse los ojos en blanco y le sonreí.

El doctor dijo que me quedaría en observación el día de hoy, si no pasaba nada, probablemente mañana me darán de alta. Ya no quiero estar acostada, mi espalda me duele, pero el doctor dijo que aunque me fuera a casa tenía que retomar las cosas poco a poco, tengo que reposar por lo menos un par de días más.

Jin le aviso a Mica y mi hermana llego al hospital después de salir del trabajo, se veía un poco estresada, pero esto ya llevaba días. No parecía que tuviera el mayor de los problemas pero si algo que le daba muchas vueltas en su cabecita.

-Hola pequeña!- dijo Mica al entrar.
-¿Desde cuando eres la mayor?- le dije.
-Si estas en el hospital, eso me hace responsable y solo eres mayor por un año.-levanto una ceja para remarcar sus palabras.
-¿Qué acaso no estas enterada que ya tengo alguien que es responsable por mí?- le dije en tono de burla, aun me parecía gracioso que Jin dijera que era mi prometido. Secretamente me emocionaba que fuera así.
-Si, que cosa. Primero debería pedirtelo, con flores y un anillo enorme.
-Ay ya! Tú sueñas despierta, si no te detengo ahora, te pierdo.
-¿Qué? Debería ser así. Dudo mucho que te resistas a algo como eso.- dijo y tomó asiento a lado de mí-Hablando de Jin, ¿Dónde está?
-Vino uno de sus amigos, lo llevó a casa a que se ducha y lo llevara a que coma algo.
-Que lindo su amigo.
-Si, la verdad todos ellos son muy lindos. Hobi es muy dulce y simpático. Tal vez un día de estos te lo presente.
-Ya veremos.-dijo ella.