- ¡Taehyung, siéntate ya, que no me dejas ver! - SeokJin obligó al chico a sentarse bien en el asiento del copiloto pero este no dejó de estirar el cuello a pesar de que poco a poco los autos volvían a ocupar los dos carriles y por ende, la fila ava...
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SeokJin solía dormir con al menos cuatro almohadas, una que sostuviera su cabeza y que obligatoriamente debía tener una funda de cien por ciento algodón para no causar imperfecciones en su rostro, otra a la que abrazaba hasta caer rendido, una más en la espalda porque "era bueno para la columna", y una extra bajo las piernas porque "era bueno para la circulación;" así que cuando despertó desorientado, se extrañó de no estar en su nido de almohadas.
Se extrañó todavía más cuando sintió una punzada de dolor en la espalda baja pero le tomó poca importancia creyendo que simplemente había dormido en una posición poco favorecedora.
La almohada en su espalda seguramente había caído, pero siquiera le prestó atención pues el cansancio era demasiado y estuvo a punto sumergirse de nuevo en el sueño de no ser porque sintió el frío enchinarle la piel de los brazos; SeokJin no dormía sin un pijama de mangas largas, tampoco era de aquellas personas que hacía un desastre con las cobijas y terminaban en el suelo sin cubrirle ni un centímetro.
"Tal vez solo caí de la cama" Pensó tallándose los ojos aún sin abrirlos, sabía que la luz que se colaba por la ventana lo aturdiría si los abría de golpe "Además, cualquiera olvida ponerse la pijama"
Que SeokJin se cayera al suelo era mucho más probable a que se destapara a mitad de la noche, así que sin tomarle mucha importancia, tanteó el suelo buscando su celular. Si él había caído, al pobre aparato seguramente le había ido peor.
El suelo estaba helado, no había alfombra acolchonadita cubierta de felpa al pie de la cama.
SeokJin frunció el ceño, bostezando, siquiera se preocupó, pensó que esta vez había caído del otro lado de la cama, de el lado del baño donde no había alfombra porque casi siempre dejaba un camino resbaloso cuando salía del baño y esta terminaba empapada.
Pensando en seguir durmiendo plácidamente sin molestarse en levantarse del suelo, SeokJin intentó acomodarse pero un peso sobre sus piernas se lo impidió, ahora que les prestaba atención, SeokJin las sentía entumecidas.
Jin bufó con el sueño pesándole hasta las orejas, no le quedó de otra más que intentar levantarse para volver a acostarse en la cama si no quería resfriarse, no obstante, una leve respiración frenó sus movimientos, seguida de un pequeño gruñido.
— ¿Chefcito? — Preguntó a mitad de un bostezo.
Una vez más, Jin sintió la respiración cerca de su rostro.
— Chefcito te he dicho que a la cama no — Se quejó en un murmuro — Dejas las almohadas llenas de pelo.
Chefcito era ni más ni menos que un minino precioso, de pelaje esponjoso anaranjado, que Jin había rescatado en el parque hace más de un año y que acostumbraba a dormir en su cuarto al pie de la cama en un diminuto colchoncito que Taehyung le había regalado, justo porque Jin no quería que el gato le botara pelos por toda la cama.
