- ¡Taehyung, siéntate ya, que no me dejas ver! - SeokJin obligó al chico a sentarse bien en el asiento del copiloto pero este no dejó de estirar el cuello a pesar de que poco a poco los autos volvían a ocupar los dos carriles y por ende, la fila ava...
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— ¿Estás bien así? — Preguntó Jungkook, en cuclillas frente al saco de dormir. Jisoo asintió, la mitad de su rostro cubierto por la manta — ¿Quieres que me quede contigo? — La pelinegra negó, sorbiendo la nariz — Está bien, trata de descansar, duerme un poco.
Jungkook la observó un par de segundos antes de levantarse. Jisoo cerró los ojos, sus pestañas mojadas se juntaron, dejando caer un par de lágrimas más. Se veía como una diminuta muñequita de cristal, fría y solitaria bajo la manta.
El maknae soltó un pequeño suspiro y desde su posición alzó la vista. El grupo que los había acogido mantenía sus distancias, pues descansaban alrededor de la fogata, degustando su cena, mientras que su hermano yacía en la esquina más lejana, acompañado del peliazul busca problemas.
El abatimiento abandonó sus facciones, en su lugar instalándose el fastidio. Había amenazado a a Taemin con dejarlo fuera del grupo si no aportaba nada al mismo, no que hiciera las paces con su hermano y volviera a tomar la sartén del mango. Tenía ganas de ir hasta donde ellos y jalar al peliazul por la camiseta hasta hacerlo caer de espaldas, no obstante, comprendía que no era el momento ni el lugar adecuado.
No quería que los oficiales los echaran por provocar otra pelea, y siendo sincero... Ahora mismo, Jungkook no sabía qué era peor, que Taemin se mostrara tan servicial con su hermano para volver a manipularlo, o que por el hecho de que tomara tal actitud pasiva, Jungkook llegara a pensar que era mejor no ponerle un alto.
Esa versión de Taemin no le traía problemas al grupo, sin embargo, le traía problemas a su hermano.
El maknae se sentó con molestia junto a SeokJin, cuyo grupo se había acercado minúsculamente a la fogata con intención de cocinar sus alimentos. Yoongi levantó la vista en su dirección, disimulando al momento de mirar de reojo en dirección al rubio en la esquina.
— No creo que Jimin-ha esté infectado — Comentó Jin con el bocado en la boca.
El menor de los Park los observó inquisitivo, tomando una de las brochetas de carne que habían puesto a asar. Se suponía que el tema de su hermano había quedado zancado, pero rápidamente cayó en cuenta de que Taehyung había logrado convencer a los oficiales, más no estaba seguro de lo que sucedería con Jimin.
— Tampoco lo creo, si se hubiera infectado no estaría de cariñosito con su novio — Dijo Taehyung con la nariz arrugada, soplándole a la brocheta cuando esta literalmente ardió, antes de pegarle una mordida.
Casi inmediatamente Taehyung abrió la boca con el bocado aún sin tragar, intentando tomar aire y aliviar el ardor. No había soplado lo suficiente antes de morder.
— Ay, no seas asqueroso, Kim Taehyung — Se quejó Jin, empujándolo por el cachete. Taehyung gimió volviendo a soplar con la comida en la boca.
— Pero sangraba, Jimin tiene heridas frescas en la planta de los pies — Dijo Jungkook en un susurro, su ceño levemente fruncido, ignorando por completo al par de chicos — Pudo haberse infectado, ¿cierto? Es demasiado probable.
