- ¡Taehyung, siéntate ya, que no me dejas ver! - SeokJin obligó al chico a sentarse bien en el asiento del copiloto pero este no dejó de estirar el cuello a pesar de que poco a poco los autos volvían a ocupar los dos carriles y por ende, la fila ava...
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A Jackson le pareció descabellado que Jimin saliera del minisuper con una sonrisa en el rostro cuando su aspecto en pocas palabras, era espeluznante.
No solo tenía los vaqueros empapados en sangre y el suéter a rayas estaba desgarrado de las mangas, sino que también tenía el cabello hecho un completo nido de pájaros.
El chico lo observó abrir la puerta, y asomar la cabeza dentro mientras Jungkook rodeaba la camioneta y Nayeon se metía en los asientos traseros.
Las cosas habían salido aparentemente bien, Jimin volvió a rebobinar los minutos anteriores, cuando Yoongi le había frenado el paso. Siendo sinceros, el mayor de los Park había aguantado la respiración hasta que Yoongi había hablado, pues además de pensar que probablemente había cambiado de parecer, el aura intimidante del chico lo había puesto nervioso.
Yoongi no cambió de opinión y aquello en verdad fue un alivio, no obstante, lo que tenía a Jimin pensando sin parar era la forma tan... ¿Amable? En que Yoongi se había dirigido a él, hasta pareció como si se tratara de un chico diferente cuando este le dijo que los siguieran de cerca y que tuvieran cuidado, además de que... Él también sentía cierta familiaridad cada que lo miraba de reojo.
"¿Tú y yo... Ya nos conocíamos?"
Jimin sacudió la cabeza y antes de sentarse, acomodó el palo de golf entre la guantera y el asiento.
Jungkook arrancó apenas su hermano cerró la portezuela, al pobre le dolían las nalgas en consecuencia a las caídas, así que cuando puso su trasero sobre el suave asiento, casi pudo decir que tocó las nubes.
Sí, las cosas habían salido demasiado bien, incluso Jungkook lo pensaba, claro... Hasta que escuchó a Taemin quejarse detrás.
El maknae se había olvidado de él, y de lo odioso y problemático que podía llegar a ser.
— ¿Quiénes eran ellos? — Nayeon miró de reojo al peliazul, lo observó atentamente. Si bien la chica se hallaba con las piernas pegadas a la portezuela del auto, podía alcanzar a distinguir la arruga en el entrecejo que se le formaba a Taemin.— Estaban hablando con ellos, ¿quiénes demonios eran?
Jimin tragó saliva y por el rabillo del ojo buscó a su hermano, Jungkook no le puso atención, estaba demasiado concentrado en esquivar infectados y personas paranoicas.
— Taemin, ¿tu madre sigue sin contestar?
— ¿Por qué preguntas eso? ¿Quién carajos eran ellos?
Jisoo se encogió en su asiento cuando Taemin alzó la voz.
— No son nadie — Contestó el rubio, girándose sobre el asiento para ver detrás sin torcerse el cuello.— Taemin, solo contesta, ¿tú madre ha respondido?
